ROMA, martes, 20 septiembre 2005 (ZENIT.org).- El gobierno de Venezuela no persigue a la Iglesia en el sentido propio del verbo, pero difunde una ideología incompatible con la doctrina social de la Iglesia, afirma el nuevo secretario general de la asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Norbert Neuhaus difundió este martes una declaración sobre la situación de los católicos en el país latinoamericano después de haber realizado una visita que le ha permitido constatar la situación sobre el terreno.
«Pese a la tradicional religiosidad popular existente en Venezuela, muchos creyentes deberían saber más de la Doctrina católica. Hay que fortalecerlos en la fe, para que puedan disponer de criterios claros de discernimiento cristiano», afirma Neuhaus.
«En la actualidad, no se da una persecución de la Iglesia en sentido estricto, pero el Gobierno está difundiendo una ideología –el «socialismo del siglo XXI»–, que no es compatible con la doctrina social de la Iglesia».
Según Neuhaus, en Venezuela se está llevando a cabo «una sistemática toma del poder en una de las naciones más poderosas de Latinoamérica; una toma del poder planificada y orquestada por fuerzas que cooperan estrechamente con Fidel Castro».
Señalando el hecho de que Venezuela, un país de 25 millones de habitantes en el que un 88% es católico, cuenta con «tan sólo 2.000 sacerdotes», añadió: «urge poner en marcha una ofensiva catequética. En la actualidad, el país tiene unos 900 seminaristas. Esto y el nombramiento de monseñor Jorge Liberato Urosa Savino como nuevo arzobispo de Caracas son signos de esperanza».
El nombramiento del arzobispo de 63 años fue realizado este lunes por parte de Benedicto XVI.