LIMA, martes, 27 septiembre 2005 (ZENIT.org).- Publicamos el documento del pasado 16 de septiembre del episcopado peruano en el que reclama a las autoridades veracidad en la información pública sobre el efecto anti-implantatorio [abortivo, ndr.] de la «Anticoncepción Oral de Emergencia» o «píldora del día después».
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«Anticoncepción de emergencia»,
la ciudadanía requiere responsabilidad y veracidad en la información
El Consejo Permanente de la CEP solicita a las autoridades tener siempre presente que las decisiones que involucren a la ciudadanía deben ser tomadas con un criterio de objetividad y transparencia.
Los exhortamos a que, en cumplimiento de la función de servicio para la que han sido elegidos, se dejen de lado intereses o presiones de grupo que irremediablemente llevan a no mostrar toda la información que la ciudadanía en su conjunto tiene derecho a conocer.
Nuestro país ha vivido dolorosas experiencias donde la desinformación y manipulación de la opinión pública han sido el inicio de desgracias mayores con consecuencias nefastas para los más débiles de nuestra sociedad.
En el caso particular de la llamada “Anticoncepción Oral de Emergencia” (o también conocida como la “píldora del día siguiente”), somos testigos de que de una manera reiterada y sistemática se viene ocultando información científica crucial. Especialmente se ignoran estudios serios que atribuyen el efecto antimplantatorio al Levonorgestrel 0.75 mg. conocido también como Tercer efecto.
Por el contrario, apreciamos que el Ministerio de Salud sólo da a conocer ciertos estudios científicos interpretando tendenciosamente las conclusiones a que llegan los autores de los mismos.
En el documento oficial que el Ministerio de Salud presentó al Ministerio de Justicia, sólo se citan 7 estudios pretendiendo con ello demostrar que dicho tercer efecto no existe. Sin embargo ni siquiera los autores de dichos estudios, en sus conclusiones, dan a sus resultados la categoría de demostración fehaciente que el Ministerio de Salud les otorga.
Hay dos engaños en esta cuestión:
– El primer engaño es decir que el debate científico está cerrado. La comunidad científica internacional sigue debatiendo. Una revisión de los estudios científicos nos muestra que el efecto antimplantatorio no se ha descartado sino que, al contrario, sería parte de la “eficacia” de la droga. Verificar el inserto que acompaña al producto en otros países nos lleva a la misma afirmación.
– El segundo engaño es decir que sus pocos estudios citados son prueba contundente y suficiente para demostrar que el tercer efecto antimplatatorio no existe.
La Conferencia Episcopal Peruana alcanzó al Ministerio de Salud un informe preparado por su Comité de Bioética que analiza los 7 estudios citados por el Ministerio de Salud y otros 16 incluso de mayor rigurosidad que vienen siendo ignorados.
Por los hechos antes expuestos rechazamos por discriminatorias las afirmaciones que califican a las personas que profesan convicciones religiosas de opuestas a la ciencia. En el caso de la AOE, quienes lo afirman son precisamente los que se cierran a considerar todos los datos que actualmente nos ofrece la investigación científica.
Reiteramos la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural y aclaramos que, “a la exigencia de tutela del bien común corresponde el esfuerzo del Estado para contener la difusión de comportamientos lesivos de los derechos humanos y de las normas fundamentales de la convivencia civil. La legítima autoridad pública tiene el derecho y el deber de aplicar penas proporcionadas a la gravedad del delito”. CIC 2266
Una vez más la CEP quiere dejar sentado que la Iglesia, como Madre, pone la Verdad de Jesucristo al alcance de sus fieles para llevar a plenitud a todos los hombres.
Lima, 16 de septiembre de 2005
CONFERENCIA EPISCOPAL PERUANA