El Papa aplaude el relanzamiento del diálogo católico-ortodoxo

Propone como puntos de referencia la verdad y la caridad

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CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 15 diciembre 2005 (ZENIT.org).- Benedicto XVI impulsó decididamente este jueves el relanzamiento del diálogo oficial católico-ortodoxo proponiendo la verdad y la caridad como sus puntos de referencia.

El Comité mixto de coordinación de la Comisión internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa en su conjunto, ha reanudado sus actividades después de años de estancamiento en las mutuas relaciones.

El pasado 12 de septiembre, el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, informó del acuerdo que habían alcanzado las Iglesias ortodoxas para reactivar dicha Comisión y anunció que el primer encuentro de la nueva fase de diálogo tendría lugar en Roma del 13 al 16 de diciembre.

Este paso, según dijo el Papa a los miembros católicos y ortodoxos de la Comisión «constituye una grande responsabilidad; se trata, de hecho, de cumplir con la voluntad del Señor, que quiere que sus discípulos formen una comunidad armoniosa y que testimonien juntos el amor fraterno que procede del Señor».

El diálogo fue oficialmente lanzado el 30 de noviembre de 1979 en Estambul, con motivo de la visita a la sede del patriarcado ortodoxo de Constantinopla, siendo patriarca Dimitrios I, del Papa Juan Pablo II.

Tras la caída de los regímenes comunistas en Europa, en los años noventa se reabrieron heridas nunca cicatrizadas en las relaciones católico-ortodoxas. Las divergencias se centraron en la cuestión del «uniatismo». Los ortodoxos llamas «uniatas» a los católicos de rito oriental, que mantienen las mismas tradiciones y liturgia que los ortodoxos, pero que están en unión con Roma.

Después de numerosas dificultades, el diálogo quedó interrumpido en junio de 2000, cuando la comisión analizó en Baltimore (Estados Unidos) el tema de las «Implicaciones teológicas y canónicas del uniatismo».

Para la nueva fase de diálogo, Benedicto XVI propuso en su discurso afrontar dos aspectos: «por una parte, eliminar las divergencias que permanecen; y, por otra parte, tener como deseo primordial hacer todo lo posible para restablecer la plena comunión, bien esencial para la comunidad de los discípulos de Cristo, como la ha subrayado el documento de preparación de vuestro trabajo».

«La comunión plena está orientada a una comunión en la verdad y en la caridad –aclaró–. No podemos contentarnos con quedarnos en estadios intermedios, sino que tenemos que buscar sin cesar, con valentía, lucidez y humildad, la voluntad de Jesucristo, aunque esto no corresponda a nuestros simples proyectos humanos».

«La realización de la unidad plena de la Iglesia y la reconciliación entre los cristianos exigen la sumisión de nuestras voluntades a la voluntad del Señor. Una tarea así tiene que comprometer a los pastores, a los teólogos y a todas nuestras comunidades, cada quien según el papel que le es propio», aseguró.

Y dado que las heridas históricas son tan difíciles de cicatrizar desde hace ya casi mil años, el Papa reconoció que «para avanzar en el camino de la unidad, no son suficientes nuestras débiles fuerzas».

«Tenemos que pedir la ayuda del Señor, a través de una oración cada vez más insistente, pues la unidad es ante todo un don de Dios», concluyó.

Los miembros de Comité mixto de coordinación son los siguientes:

Miembros católicos

Cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, co-presidente de la Comisión.

Monseñor Ioannis Spiteris, arzobispo de Corfù, Zante y Cefalonia.

Monseñor Gérard Daucourt, obispo de Nanterre.

Monseñor Brian Farell L.C., obispo titular di Abitine, secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.

Monseñor Piero Coda, prelado, secretario de la Academia Pontificia de Teología.

Padre Dimitri Salachas, profesor en Roma y Atenas.

Padre Paul McPartlan, profesor de la Facultad de Teología de la Universidad Católica de América (Washington).

Padre Frans Bouwen, de los Misioneros de África (padres blancos), del centro Santa Ana de Jerusalén.

Hermana Theresia Hainthaler, de la Facultad de Teología de Francfort.

Monseñor Eleuterio F. Fortino, subsecretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, co-secretario de la Comisión.

Miembros ortodoxos

Su Eminencia Ioannis
Metropolita de Pérgamo (Patriarcado Ecuménico), co-presidente de la Comisión.

Sua Eminencia Makarios
Metropolita de Kenya (Patriarcado de Alejandría).

Sua Eminenza Pavlos
Metropolita de Aleppo, Veroias y Alessandretta (Patriarcado de Antioquía).

Profesor George Galitis (Patriarcado de Jerusalén).

Obispo de Viena y Austria, Hilarión (Patriarcado de Moscú).

Obispo de Branitsevou, Ignatije (Patriarcado de Serbia).

Obispo de Salaj, Petroniu (Patriarcado de Rumanía)

Obispo de Trimythour, Basilios (Iglesia de Chipre)

Obispo de Achaia, Athanasios (Iglesia de Grecia)

Sua Eminencia Ambrosius, metropolita de Helsinki (Iglesia de Finlandia)

Sua Eminencia Gennadios, metropolita de Sasima (Patriarcado Ecuménico), co-secretario de la Comisión.

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ZENIT Staff

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