CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 5 febrero 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha manifestado su pésame por el naufragio del Mar Rojo, el accidente marítimo más grave de la historia de Egipto, en el que han perdido la vida unas mil personas.
En un telegrama enviado por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, al cardenal Stéphanos II Ghattas, C.M., patriarca de Alejandría de los Coptos, el Papa asegura «a las familias y los seres queridos de los difuntos su cercanía espiritual».
El Santo Padre «pide al Altísimo que dé a los desaparecidos, originarios de diferentes países, la felicidad eterna y que apoye a las familias en luto y en el dolor, invitando a todas las personas a una gran solidaridad fraterna y espiritual a las familias que atraviesan esta prueba».
El obispo de Roma «rinde homenaje a los socorristas y a todas las personas que han ofrecido su ayuda a los pasajeros» del barco «Al Salam 98», y «sobre todos implora las bendiciones del Todopoderoso».
Se han hallado a 401 personas con vida de los 1.415 pasajeros que viajaban en el barco, incluido las 96 personas que conformaban la tripulación.