CIUDAD DEL VATICANO, martes, 28 febrero 2006 (ZENIT.org).- La Santa Sede publicó este martes «Orientaciones para la pastoral de los gitanos», un instrumento de nueva evangelización destinado en particular a las personas nómadas.
Al presentar el documento a la prensa el cardenal Stephen Fumio Hamao, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, explicó que «estas orientaciones son un signo de que la Iglesia tiene una preocupación específica por los gitanos».
Según aclaró, «son motivo de una particular actitud pastoral de reconocimiento por su cultura que, como todas, tendrá que pasar a través del misterio pascual, de muerte y resurrección».
«Cada uno –de hecho– es acogido en la Iglesia, en la que no hay lugar para la marginación ni la exclusión», subrayó el purpurado japonés.
«El Evangelio, uno y único, debe ser anunciado de manera adecuada teniendo en cuenta las diferentes culturas y tradiciones: este es el proceso de inculturación».
«Siguiendo las huellas de su fundador, la Iglesia tiene que buscar por tanto medios cada vez más adecuados para proclamar el Evangelio, también a los gitanos, de manera viva y eficaz. Las “Orientaciones” deberían ayudar en este camino, como un instrumento de “nueva evangelización”, a la que nos invitaba con frecuencia el Papa Juan Pablo II», aclaró.
El cardenal explicó que la idea de preparar el documento surgió en 1999, aunque recoge la experiencia de estos últimos cuarenta años, pues la Santa Sede ofrece una atención pastoral particular a los gitanos desde 1965, creando Secretariado Internacional del Apostolado de los Nómadas.
Para hacer que esta atención contara con más posibilidades, en 1988, Juan Pablo II creó el Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes.
El purpurado subrayó la importancia de estas «Orientaciones» recordando que la historia del pueblo gitano, «ha quedado marcada muchas veces por la persecución, el exilio, la falta de acogida, el rechazo, el sufrimiento y la discriminación».
En la misma rueda de prensa, el arzobispo Agostino Marchetto, secretario del Consejo Pontificio para los Emigrantes e Itinerantes, constató que «actualmente se da el riesgo –confirmado por los hechos– de que los gitanos sean víctimas de las sectas».
«Por este motivo –dijo– habrá que hacer todo lo posible para que los gitanos no caigan en los lazos de sectas».
Citando el documento, Marchetto explicó que «los nuevos movimientos eclesiales podrían tener un papel particular en esta pastoral específica».
«Con su fuerte sentido comunitario y de apertura, de disponibilidad y con la particular cordialidad de sus miembros –aclaró–, pueden ofrecer acogida concreta y favorecer la evangelización».
«En este sentido, las asociaciones católicas nacionales e internacionales de gitanos y para gitanos pueden desempeñar un papel de particular importancia, permaneciendo en constante relación de comunión con las Iglesias locales y con el Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes», concluyó
En la rueda de prensa se explicó que el texto ha sido escrito consultando a exponentes gitanos.