CIUDAD DEL VATICANO, martes, 14 febrero 2006 (ZENIT.org).- El Apostolado Mundial de Fátima ha sido erigido como Asociación Pública de Fieles de la Iglesia Universal según decreto del que ha hecho entrega el arzobispo Stanislaw Rylko –presidente del Consejo Pontificio para los Laicos— al presidente de la organización internacional, Americo Pablo Lopez-Ortiz.

El Aula Magna del dicasterio acogió la ceremonia pública de esta entrega el pasado 3 de febrero, cuyo desarrollo incluyó un momento de oración.

«Con gran alegría --reconoció el arzobispo Rylko durante el acto-- celebramos este momento de la entrega del decreto de erección y aprobación de los estatutos del Apostolado Mundial de Fátima» (WAF, en sus siglas en inglés).

«Éste indica la ocasión en que la Santa Sede formal y gozosamente acepta a un nuevo sujeto cuyo objetivo es la santificación de sus miembros y el crecimiento de toda la Iglesia --explicó--. A la vez, los fieles laicos son confirmados por la Santa Sede en su derecho de asociarse en orden a la promoción de una vida cristiana más perfecta y al desarrollo de actividades de evangelización en todo el mundo».

Fechado en la fiesta de Nuestra Señora del Rosario –7 de octubre de 2005--, el decreto de erección establece: «Los miembros del Apostolado Mundial de Fátima, distribuidos en numerosos países del mundo, se comprometen a ser fieles testigos de la fe católica en sus propias familias, en el trabajo, en las parroquias y comunidades, participando de esta forma en la Nueva Evangelización».

«[...] Considerando que el WAF es un instrumento apropiado para la formación de los laicos a través del mensaje de Fátima con vistas a la nueva evangelización propuesta por el Santo Padre Juan Pablo II y Benedicto XVI [...], el Pontificio Consejo para los Laicos decreta la aprobación del WAF y de sus estatutos», declara el documento.

«¡Una gran bendición y a la vez una gran responsabilidad para llevar a cabo con esperanza y excelencia!»: así describió el profesor Lopez-Ortiz el decreto de aprobación del WAF en su intervención ante el dicasterio, palabras que ha enviado la asociación mariana internacional a Zenit.

«Al abrigo del WAF, todas las asociaciones y movimientos apostólicos que propagan el auténtico mensaje de Fátima pueden encontrar un ejemplo de fidelidad y lealtad al Santo Padre y a los obispos diocesanos en comunión con el sucesor de Pedro», expresó.

El presidente del WAF recalcó la promesa de la Virgen de una era de paz, un siglo de esperanza, un Pentecostés Mariano, una nueva primavera para el mundo si hay fidelidad a su mensaje.

Y «el mensaje de Fátima es más urgente que nunca, más actual y crucial en la presente situación de crisis moral y espiritual de nuestra civilización», reconoció Lopez-Ortiz.

La Virgen de Fátima pidió oración y penitencia en reparación por los pecados y por la conversión de los pecadores, orientada a la enmienda de vida. Solicitó igualmente una devoción más auténtica a la Eucaristía, devoción al Rosario y la consagración a Su Corazón Inmaculado.

Los temas esenciales del mensaje que la Virgen confió en 1917 --en sus apariciones en Fátima (Potugal)-- a los tres pastorcillos Lucía, Francisco y Jacinta Marto se pueden sintetizar en la necesidad y la importancia de la oración insistente y continua; el llamamiento a la conversión y la urgente petición de comprometerse en la oración y en el ofrecimiento de la vida con los sacrificios que ello conlleva por la conversión de los pecadores; la confianza, la entrega y la consagración al Corazón Inmaculado de María como camino preferencial de vida cristiana.

Representantes de 14 países estuvieron presentes en la reciente ceremonia del dicasterio, acompañados del obispo Serafim de Sousa Ferreira e Silva –de Leiria-Fatima--, del rector del Santuario de Fátima –monseñor Luciano Guerra--, del vicepostulador de la causa de canonización de Jacinta y Francisco Marto (beatificados por Juan Pablo II ) –Fr. Luís Kondor--, del anterior presidente de Italia –Oscar Luigi Scalfaro--, arzobispos y líderes nacionales de los cinco continentes.

El Apostolado Mundial de Fátima tiene millones de miembros en cerca de medio centenar de países. Como Asociación Pública de Fieles es actualmente la única organización, aprobada por la Iglesia católica, responsable de la propagación del mensaje de Fátima.

Tuvo su origen en 1947 en los Estados Unidos, de mano del padre Harold Colgan. El nombre que se dio inicialmente al movimiento fue «Ejército Azul», pero su rápida expansión lo transformó en un Apostolado Mundial.

La sede central del WAF está en Fátima, en el centro de peregrinos «Domus Pacis».

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