ROMA, lunes, 3 abril 2006 (ZENIT.org).- Aumenta notablemente la cobertura mediática de las cuestiones religiosas y de las actividades de la Iglesia católica.
Este renovado interés se puede rastrear en la brillante cobertura del fallecimiento de Juan Pablo II y en el interés de los medios por Benedicto XVI, según explicó monseñor Peter Fleetwood a Zenit.
Monseñor Fleetwood es el Secretario encargado de la coordinación de los seis grupos lingüísticos que conforman la Comisión Episcopal Europea para los Medios (CEEM).
La CEEM –que preside el obispo auxiliar de Chur, monseñor Peter Henrici– es un organismo vinculado al Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) –el cual reúne a los presidentes de las actuales 34 conferencias episcopales europeas–.
El comité ejecutivo de la CEEM se reunió en Roma –antes de la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales– del 10 al 12 de marzo.
En el curso del encuentro, la mayor parte de los miembros del comité constató el notable aumento de la cobertura mediática de los asuntos religiosos y de las actividades eclesiales.
«Se está notando, con acontecimientos como la Jornada Mundial de la Juventud, que el interés de la juventud tiene mucho más que ver con la fe en la institución que busca realizar la obra de Cristo en la tierra» –aclaró monseñor Fleetwood–; «no se trata tanto de un culto personal», como el demostrado hacia Juan Pablo II:
En cualquier caso añadió que aunque por un lado la religión adquiere notoriedad en los medios, por otro se puede hablar también de un interés mediático negativo que puede partir de la religión.
«La razón es que necesitan comprender el fenómeno que pensaban que podían ignorar, pero que ahora se dan cuenta de que no pueden controlar», explicó.
«La profundidad con la que la religión llega a las personas en su mente y espíritu ha sido un impacto para cuantos siempre habían repetido simplemente la vieja tesis de la Ilustración, según la cual «la religión se desvanecería», reforzada, por supuesto, por el marxismo y el leninismo»; «pero, lejos de ser así, las necesidades espirituales de la gente están tan vivas, son tan profundas y amplias como siempre», recordó monseñor Fleetwood.
En torno a esta constatación, el citado comité ha percibido que la creciente apertura de los jóvenes a la Iglesia podría deberse a su apertura, siempre en aumento, a la utilización de nuevas formas de medios de comunicación.
«Se ha suscitado constantemente cómo estamos actuando con las opciones de los nuevos medios», apuntó monseñor Fleetwood; «nuestro énfasis se ha puesto en la formación de los católicos», «a fin de que sean eficientes y profesionales en el terreno de las comunicaciones, especialmente con las técnicas modernas».
Y es que –como siguió explicando– la evangelización a través de los nuevos medios es especialmente crucial hoy, dados los peligros que hay para los jóvenes.
Asimismo, en el encuentro surgió «una sorprendente preocupación» respecto a «los juegos de ordenador, la realidad virtual y los diferentes peligros que ahí se encierran», concluyó.
Seguir la evolución de los medios de comunicación a nivel europeo es la tarea de la CEEM. La Comisión celebra una Asamblea Plenaria cada cuatro años. La última tuvo lugar en Varsovia (Polonia) el pasado septiembre (Zenit, 21 septiembre 2005).