ROMA, miércoles, 5 abril 2006 (ZENIT.org).- Entre los muchos libros publicados sobre Juan Pablo II, acaba de publicarse una investigación del periodistas italiano Renzo Allegri, apenas publicada por
Mondadori en su país con el titulo «El Papa de Fátima».
La curiosa investigación hecha por el autor revela que la vida y el pontificado de Karol Wojtyla parecen inscritos en un designio divino que hace de Juan Pablo II ese «obispo vestido de blanco» del que se habla en la tercera parte del secreto de Fátima; una realidad de la que el mismo pontífice se dio cuenta enseguida tras del atentado del 13 de mayo de 1981.
El atentado tuvo lugar en la misma fecha de la primera aparición de Fátima en 1917, y los médicos reconocieron que el proyectil, disparado muy de cerca, siguió una trayectoria muy extraña, en zig-zag, evitando los órganos vitales.
Juan Pablo II interpretó este hecho, científicamente inexplicable, como si una mano misteriosa –la mano materna de María– hubiera desviado la trayectoria del proyectil impidiendo que el disparo fuera letal.
En la tercera parte del secreto, revelado a los tres pastorcillos en 1917 y hecho público en mayo de 2000, se habla de las persecuciones que la Iglesia sufriría en el siglo XX, que han afectado a un número de personas muy superior al de las persecuciones de los primeros siglos de la era cristiana, y del misterioso atentado contra un hombre «vestido de blanco» que «caerá a tierra como muerto bajo los disparos de arma de fuego».
Por este y otros motivos reconstruidos por el autor, Fátima y el atentado se convierten en episodios centrales para comprender la vida del Papa Karol Wojtyla, y especialmente la devoción a Maria y el papel del pontífice como figura decisiva de la caída de los regímenes comunistas.
Allegri reconstruye la aventura humana de Karol Wojtyla y cifra los signos de la predestinación desde la infancia, incluso tres años antes que naciera, en aquel tercer secreto.
El autor presenta una relación entre acontecimientos históricos y designios sobrenaturales. Uno de los momentos centrales del libro es la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de Maria, realizada por Juan Pablo II en 1984, pedida por María en 1929. El texto pone en relación este hecho con la imprevista caída de los regimenes comunistas.
El libro narra que Juan Pablo II, tras darse cuenta que era el Papa del que se habla en el mensaje de Fátima, se empeñó en visitar todos los santuarios marianos y en renovar en cada cita el rito de la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María.
Según Allegri, para realizar esta empresa Karol Wojtyla desafió a las fuerzas del mal y por ello más de una vez su vocación corrió el riesgo de truncarse. Al menos cuatro o cinco veces el Karol Wojtyla sufrió accidentes mortales de los que se salvó de modo «milagroso».
El arzobispo de Cracovia, cardenal Estanislao Dziwisz, el fiel secretario de Juan Pablo II, escribió al autor a propósito de la tesis sostenida en el libro: «Usted tiene una buena intuición por lo que se refiere al nexo que une las apariciones de Nuestra Señora en Fátima y el atentado a Juan Pablo II, y especialmente el tercer secreto, que sigue siendo un misterio de la Divina Misericordia».
Monseñor Mario Rizzi, arzobispo de Bagnoregio, insigne latinista y antes nuncio apostólico, escribió a Allegri: «Me parece poder decir que su libro sobre Juan
Pablo II es el más hermoso y sincero que conozca. Es un libro muy documentado, con detalles desconocidos, revelador de un Papa teólogo que tiene como posibles competidores a León y Gregorio Magnos. Además de la dimensión teológica, aflora una dimensión humana encantadora y cautivadora».
En su libro, Allegri dedica todo un capítulo a las personas que mediante la intercesión de Juan Pablo II se han curado de manera inmediata y extraordinaria de enfermedades mortales o han recibido grandísimas gracias.