MADRID, viernes, 28 abril 2006 (ZENIT.org).- Más que una «sana crítica» a sus posibles fallos, el acoso que en los últimos tiempos sufre en España la emisora de radio COPE (www.cope.es), se dirige a su libertad.
Así lo expresa su asesor de contenidos, el sacerdote y periodista Manuel María Bru, quien, consciente de esta realidad, ha sintetizado con el lema «Somos libres» el título de su libro «Homenaje a la Cadena COPE» (Cadena de Ondas Populares Españolas).
Con él no sólo alude a una situación incierta de la libertad de expresión en España, sino al «signo de identidad» de esta cadena de radio «que se cree la libertad interna de sus comunicadores precisamente porque tiene un ideario en el que medirse libremente», según explica en esta entrevista concedida a Zenit.
La capital española acogió en la noche del jueves la presentación de «Somos libres – Homenaje a la Cadena COPE» («Ediciones Encuentro» (www.ediciones-encuentro.es), cuyos capítulos cuentan la historia de la emisora y explica su ideario a la luz del Magisterio de la Iglesia en comunicaciones sociales, ambos fundamentales para entender su identidad.
El volumen se lanza en un momento en que la emisora «se ve acosada por su “independencia de criterio” tanto respecto a la actualidad socio-política, como respecto a la cultura dominante; lidera la lucha por la libertad de expresión; y alcanza la mayor cuota de audiencia de su historia», explica la editorial.
Delegado episcopal de Medios de Comunicación Social del Arzobispado de Madrid, y doctor en Humanidades y Ciencias de la Comunicación por la Universidad San Pablo-CEU –de donde es profesor de Opinión Pública–, Manuel María Bru reconoció en el citado acto su satisfacción al escribir el libro, tanto desde el punto de vista intelectual como desde su ministerio sacerdotal.
El volumen incluye un anexo con el ideario (www.cope.es/ideario.php), precedido del Mensaje de Juan Pablo II al presidente del Consejo de Administración de Radio Popular-Cadena COPE (Vaticano, 6 de julio de 1998).
–¿Qué caracteriza principalmente a COPE, en fondo y forma?
–Manuel Mª Bru: COPE es la única radio católica –incluso confesional, según su ideario– que a la vez es generalista y comercial en España, y es de la pocas que hay en el mundo, además de ser sin duda la más importante junto a Radio Renascença de Portugal. Es una empresa comercial, que junto a Popular TV forma un «grupo empresarial» que es el grupo COPE. En su Consejo de Administración la mayoría de los miembros representan al accionista mayoritario, la Conferencia Episcopal Española, que, junto al Arzobispado de Madrid y algunas órdenes religiosas, tienen más del 70% de las acciones.
En su tiempo COPE tuvo un Consejo Doctrinal nombrado por la Conferencia Episcopal. Hoy, en cambio, existe una gran autonomía del Consejo de Administración respecto a la Conferencia, cuyo ámbito de decisión respecto a COPE, en cuanto la Conferencia es «accionista propietaria», es el Comité Ejecutivo de la misma.
Los obispos españoles son conscientes de que tienen en sus manos un medio de comunicación importante, pero tanto por su configuración empresarial –radio comercial– como por sus contenidos –radio generalista– dan muchísima autonomía de gestión a sus consejeros y directivos, por un lado, y a sus comunicadores, por otro. Es más, seguramente sean los «empresarios de comunicación» (a ellos no les gusta considerarse así, y seguramente por ello se produce esta singularidad a la que me refiero) que más se creen la libertad de expresión de sus propios comunicadores.
Lo que «manda» –y debería mandar cada vez más– en COPE es su ideario. Todas las radios tienen una determinada tendencia editorial, pero COPE es la única radio española con un ideario explícito, negro sobre blanco. Y el ideario plantea cuáles son los principios básicos de la Cadena, de tal modo que todos los que quieran trabajar a gusto en ella sepan cuáles son para verificar si se identifican con ellos.
Son unos principios muy generales: la defensa de los valores de la democracia, la paz social, la unidad, recogidos y amparados por la Constitución; los valores del humanismo cristiano, y los valores comúnmente aceptados por la deontología periodística.
En la aplicación de estos valores respecto a la actualidad, en el desarrollo de las opiniones que desde la Cadena se ofrecen al debate de la Opinión Pública, hay una gran libertad, de tal suerte que tan sólo se compromete la COPE como tal, y sus propietarios, con su «editorial» diario, llamado «Línea COPE», que, por cierto, dota a la COPE también como la única radio en España con un editorial diario.
–¿Qué le ha llevado a rendir un «homenaje» a la emisora?
–Manuel Mª Bru: Sin duda alguna la oportunidad que nos brinda la actualidad, pero también el aprovechamiento de esta oportunidad para algo que era necesario desde hace mucho tiempo. Existe poca bibliografía sobre COPE –una magnífica tesis doctoral publicada por el CEU de Valencia, de la directora de documentación de la Cadena, María Isabel Sánchez Redondo, por un lado, y un libro más «oportunista» que de oportunidad, de un estudiante catalán de periodismo, de poco nivel, beligerante contra la COPE–.
En cuanto a la actualidad, me parece que nunca es bueno que un medio de comunicación pase a ser noticia, pero si es acosado sistemáticamente por el poder político, económico y mediático, no tiene más remedio que serlo. En este caso, me parece, el acoso o el ataque recibido no es una sana crítica a sus posibles equivocaciones, fallos o incluso contradicciones puntuales, sino a su libertad. La actualidad, por tanto, es la «culpable» sin duda de este libro, pero por otro lado los oyentes de la Cadena, el mundo de la comunicación, y mucha más gente, acogerán con agrado una aproximación a la historia y la identidad de COPE que sin duda interesaba ser publicada.
–En una parte del volumen usted aborda el ideario de COPE. ¿Qué aspecto considera que no debería escapar a la atención del lector o del oyente?
–Manuel Mª Bru: Que el ideario explica perfectamente que la COPE tiene como objetivo influir en la opinión publica, por lo que necesariamente tiene que ejercer una función «profética», es decir, de anuncio y de denuncia, en todos los ámbitos de la actualidad.
Últimamente se le ha criticado a la COPE que algunos de sus comunicadores, en sus formas, no sean fieles al ideario, y no voy a negar que no puedan haberse dado, puntualmente, motivos que justifiquen esta crítica. Pero lo que esos supuestos defensores del ideario pretenden es justo lo contrario de lo que pretende el ideario: que ésta sea una radio informativa, provocativa, incisiva, que hace un juicio sobre la realidad, y lo hace desde la independencia política, desde la libertad de la inspiración cristiana, a su vez amplia y plural.
Lo que desearía el poder político, cultural y mediático que manda en este país, es que la COPE fuera una radio «devocional», así como que los católicos creyesen lo que ellos quieren que creamos, y por su puesto que ni individual ni asociadamente, y mucho menos a través de importantes plataformas culturales y mediáticas, hubiera una presencia católica pública, en la calle, y no encerrados y avergonzados «en las sacristías».
–¿Actualmente cóm
o contempla y vive la emisora la presencia evangelizadora en el ámbito de la opinión pública? ¿Cómo su finalidad o como un reto?
–Manuel Mª Bru: La COPE tiene la oferta radiofónica de información y formación religiosa más importante en España, a través de su programación socio-religiosa. Pero por mucho que pueda mejorar esta programación, siempre perfectible, el reto evangelizador más acuciante, apasionante, vanguardista y urgente de la COPE está precisamente en el resto de la programación. No es tarea fácil, porque requiere personas muy identificadas personalmente con el ideario, y además muy bien formadas, para poder hacer día a día, mejor dicho, minuto a minuto, una lectura de la actualidad desde el Evangelio, el Magisterio y la comunión de la Iglesia. Pero tenemos buenos ejemplos en COPE de que esto es posible. Desde maestros como José Luis Restán y Cristina López Schlichting, hasta nuevas promesas como Mario Alcudia o Sofía Gonzalo, por citar sólo algunos nombres. Éste es el gran reto evangelizador de COPE: impregnar de espíritu cristiano toda la programación. Y puedo decir con la mano en el corazón que vamos mejorando en la consecución de este objetivo.
–El título «Somos libres», referido a la emisora, se podría criticar por su obviedad en un contexto de libertad de expresión ¿Alude con él a otro tipo de libertad?
–Manuel Mª Bru: No. Aludo precisamente a la libertad de expresión, precisamente porque esa obviedad esconde una falacia. No es verdad que en España haya libertad de expresión, cuando los medios públicos, los medios de determinados imperios empresariales, y muchos otros, colapsan la comunicación social en España con un pensamiento único, con una interpretación «oficial» de toda la actualidad –social, política, cultural, religiosa– tanto nacional como internacional, con la imposición a largo plazo –también a través del control del mundo editorial, de la educación, y del cine y del teatro– de la cultura dominante, caracterizada por ser laicista y relativista, y por dejar sin fundamentos y resortes los verdaderos derechos humanos, en pro de ciertos «nuevos derechos» ampliados a todos los seres vivos, proyecto cultural cuyo principal antecedente es el nacional socialismo de Hitler. «Somos libres» es el «grito de resistencia» de uno de los pocos focos de expresión en este país ante el acoso de esta cultura dominante.
Y «Somos libres» es también el signo de identidad de un medio de comunicación que se cree la libertad interna de sus comunicadores precisamente porque tiene un ideario en el que medirse libremente, y no unas consignas diarias de obediencia a las directrices ideológicas del poder, como sin duda ocurre en otros medios de comunicación, y todos los que estamos en este mundo de los medios lo sabemos perfectamente.