CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 28 abril 2006 (ZENIT.org).- Son algo más de mil millones los portavoces de la Iglesia católica, tantos como los católicos en el mundo. Así lo afirmó este jueves el profesor Juan Manuel Mora durante su intervención inaugural del quinto Seminario Profesional sobre Oficinas de Comunicación de la Iglesia que reúne en Roma a casi 300 profesionales de 27 países del mundo.

Este profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de la Santa Cruz, organizadora del encuentro, dijo que «todas las ideas, acciones y palabras de una institución comunican» y por tanto existen tantos portavoces como católicos. Sin embargó, precisó que para «impulsar las tareas de comunicación de forma orgánica» se precisa «un departamento especializado».

Para Mora, que actualmente enseña «Comunicación institucional y management» en dicha universidad, «el trabajo de comunicación institucional no consiste en promover una imagen desconectada de la realidad» y recordó que «una organización no fabrica su imagen pública, sino que la merece en la medida en que la imagen es reflejo de la realidad».

Para ello explicó que es imprescindible «conocer la propia identidad» y apeló a expresarla con claridad. En el caso de una institución religiosa ser claro, indicó, «no significa renunciar al misterio o banalizar el mensaje» sino «saber transmitir el sentido de las acciones, sus motivos y finalidad».

Este profesor, que trabaja en el departamento de Comunicación del Opus Dei en Roma desde 1991, aclaró que, en la vertiente externa, una institución debe «merecer credibilidad, demostrar relevancia y transmitir empatía» y aseveró que, «cuando una institución merece la confianza de sus interlocutores, la comunicación se desarrolla sin obstáculos y la imagen percibida llega a reflejar la identidad sin deformaciones».

En el caso de la Iglesia, este profesional y autor de libros sobre comunicación institucional recordó que «las actividades de comunicación sirven a su misión esencial, en sus aspectos permanentes (comunión, evangelización) y en asuntos coyunturales (como puede ser una crisis de vocaciones)».

Juan Manuel Mora, que es doctor de comunicación por la Universidad de Navarra, sintetizó su intervención en una tarea: «Cuidar las relaciones». Así, «para un departamento de comunicación son fundamentales las relaciones con periodistas y creadores de opinión, a los que es preciso prestar un servicio de calidad, como fuente autorizada de información».

Par terminar recordó que «la Iglesia no busca privilegios ni excepciones», tampoco en su actividad de comunicación, pero insistió que «ciertamente posee una identidad particular, inconfundible» que los profesionales deben conocer.