Encuentro Mundial de las Familias: Los voluntarios, «el mejor rostro de la sociedad»

Son 10.000 en Valencia, la mayoría jóvenes

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VALENCIA, domingo, 2 julio 2006 (ZENIT.org).- El arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, agradeció este domingo la colaboración de los 10.000 voluntarios que participarán en el V Encuentro Mundial de las Familias (EMF) y les dijo que son «el mejor rostro de la sociedad: el rostro de la entrega, la imagen del servicio, la expresión de la solidaridad».

Durante su homilía en una multitudinaria misa de bienvenida a los voluntarios del EMF, en el pabellón deportivo de la Fuente de San Luis de Valencia, el prelado insistió en que «sois la mayor alegría del V Encuentro Mundial de las Familias» y también «la prueba de que el Espíritu de Dios transforma el mundo».

Después de felicitar a los voluntarios por su entrega desinteresada, monseñor García-Gasco les indicó que «sin vuestra ayuda generosa sería imposible el feliz desarrollo» del EMF, según informa la agencia diocesana AVAN.

«Vamos a vivir días estupendos; tenemos la alegría y la responsabilidad de recibir al Papa y de servir a cientos de miles de peregrinos», reconoció el arzobispo de Valencia, quien sostuvo que «no hay tareas más relevantes unas que otras» y que «con la contribución de cada uno en la misión que se le ha confiado, el conjunto del evento —estoy seguro— será un éxito».

«Ya desde este momento, quiero que sepáis que vuestro Arzobispo cuenta con cada uno de vosotros y que os da las gracias por la colaboración que vais a prestar, para que la verdad del matrimonio y de la familia llegue desde Valencia al mundo entero, proclamada por Benedicto XVI», añadió García-Gasco”.

En otro momento de su homilía, el prelado animó a los voluntarios a descubrir la «vocación que Dios os tiene encomendada para desarrollar en la vida». El Señor «os puede pedir la entrega generosa del corazón en la vida matrimonial para que construyáis una familia, eduquéis a vuestros hijos y seáis constructores de una sociedad libre, solidaria, responsable», y también «os puede pedir también que le sigáis de otro modo con la entrega generosa del corazón por la causa del Evangelio».

El prelado también advirtió sobre las seducciones de este mundo que «impiden el seguimiento total de Jesucristo» y recordó que «muchos compañeros y amigos vuestros están presos en las redes de la indiferencia religiosa, del consumismo, del hedonismo, del alcohol, de los desórdenes sexuales, de los paraísos artificiales de la droga; en definitiva, de los ídolos del mundo. Y no es fácil vivir en estos ambientes sin contagiarse de su influencia».

Ante esta situación, el arzobispo de Valencia invitó a los voluntarios a estar dispuestos a «seguir al Señor, cualquiera que sea el designio que tiene para vosotros. ¡No os quedéis en la orilla! ¡Remad mar adentro!, como nos decía nuestro querido Papa Juan Pablo II».

También animó a «apreciar la oración, el diálogo íntimo con Jesús y, por medio de él, con el Padre. Abrid vuestro corazón a Dios. Dejaos sorprender por Cristo. Dadle el derecho a hablaros».

Y finalmente, animó a los voluntarios a «escuchar atentamente la llamada personal que Jesucristo hace a cada uno sobre cómo ser sus testigos en el mundo, sobre vuestra misión concreta en la vida, sobre vuestra propia vocación». Al término de su homilía el arzobispo fue largamente ovacionado por los voluntarios.

En la misa, el grupo valenciano «Alborada» interpretó la canción del V EMF, titulada «En Familia». Las instalaciones del pabellón deportivo, que habían sido engalanadas con banderas con los colores del Vaticano y una imagen de grandes dimensiones de Benedicto XVI, se llenaron de voluntarios incluyendo la cancha central donde han sido habilitadas miles de sillas.

La misa, en la que «Alborada» también interpretó los cantos litúrgicos, fue presidida por el arzobispo y concelebrada por sus obispos auxiliares monseñores Esteban Escudero y Salvador Giménez, el obispo de Ibiza, monseñor Vicente Juan Segura, y 24 sacerdotes.

Antes de la celebración, la organización del EMF proyectó en una pantalla gigante, ubicada detrás del altar, continuas imágenes sobre los anteriores Encuentros Mundiales de la Familia así como de los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI. Igualmente, una imagen del icono de la Sagrada Familia, que preside los EMF, acompañó la misa de forma constante en el monitor.

Tras la celebración, los miles de voluntarios presentes en la ceremonia compartieron una cena en el área del parking del pabellón deportivo donde el cocinero Manuel Velarte elaboró un total de 30 paellas para los jóvenes y familias.

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ZENIT Staff

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