VALENCIA, jueves, 6 julio 2006 (ZENIT.org).- El papa Benedicto XVI comerá el próximo sábado paella valenciana en la primera jornada de su viaje apostólico a Valencia para presidir los actos finales del V Encuentro Mundial de las Familias, según han indicado a la agencia AVAN fuentes del Palacio Arzobispal, donde se alojará el pontífice.
El plato típico valenciano será cocinado por la misma comunidad de cuatro mujeres del instituto secular de vida consagrada «Obreras de la Cruz», que presta servicio habitualmente en las dependencias del Arzobispado.
Benedicto XVI comerá y cenará en el Palacio Arzobispal el sábado, y también desayunará el domingo por la mañana antes de dirigirse al escenario levantado sobre el puente de Monteolivete, junto a la Ciudad de las Ciencias, para presidir la misa conclusiva del V Encuentro Mundial de la Familia.
El Papa se alojará en unas habitaciones en la primera planta del edificio, que han sido decoradas con algunas fotos familiares de la infancia del Pontífice y cuadros restaurados procedentes del propio Palacio Arzobispal y del Museo Diocesano.
Su dormitorio ocupa una superficie de 12 metros cuadrados. Sobre una estantería tendrá una imagen de la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia. Junto a la habitación, Benedicto XVI dispondrá de un pequeño despacho como antesala. Sus secretarios ocuparán otros dos dormitorios de 12 metros cuadrados también, cada uno con baño individual, y con un despacho anexo de 20 metros cuadrados. Además, las estancias se agrupan en torno a una sala y un pasillo que da acceso a la nueva cocina del Palacio Arzobispal.
En total, las dependencias pontificias, que ocupan una superficie de 186 metros cuadrados, están ubicadas cerca de la capilla del Arzobispado con vistas al patio ajardinado interior. Las lámparas principales de las habitaciones han sido recuperadas del almacén del Seminario de Moncada donde permanecían fuera de uso. En otras dependencias también reformadas del Palacio Arzobispal se alojará el médico personal del Papa, otros colaboradores y un retén de la Guardia Suiza del Vaticano, que acompaña al Pontífice en sus viajes.
La construcción de las habitaciones papales forma parte de los trabajos de remodelación del Palacio Arzobispal, coordinados por el arquitecto valenciano Jaime Aloy, que han permitido reconvertir varias dependencias antiguas del edificio.