Desde el martes hasta el 28 de julio permanecerá Benedicto XVI –igual que el verano pasado— en el mismo lugar que lo hacía su predecesor.
Como recoge el enviado especial del diario italiano «Avvenire», Salvatore Mazza, el Santo Padre ya ha salido a dar algunos paseos por la zona.
Se levanta temprano, celebra la Santa Misa junto a su secretario, monseñor Georg Gaenswein; después desayuna lo que le preparan las laicas consagradas «memores Domini», quienes también le atienden en el Vaticano.
Entretanto, desde Introd, ya le han llevado el correo que llega cada día a su nombre. Se lo presenta al Papa su secretario.
No llegan en cambio sacas del Vaticano, a diferencia de lo que ocurre –mañana y tarde– cuando el Santo Padre está en Castel Gandolfo.
En cualquier caso, como se ha visto por las últimas intervenciones del Santo Padre, el contacto con la Secretaría de Estado es constante, ya sea por fax o por correo electrónico.
El ordenador se encuentra en la habitación de su secretario particular. El Papa no lo utiliza, pues prefiere escribir siempre a mano.
Generalmente, según relata el diario italiano, el Papa prefiere pasar la mañana en el estudio y salir por la tarde, a menos que, como ocurrió el jueves, la amenaza de lluvia le invite a hacer lo contrario.
El jueves además llegó a Les Combes Joaquín Navarro-Valls –hasta hace tres días portavoz vaticano–, a quien Benedicto XVI ha invitado a pasar también este año algún día de vacaciones en el Valle de Aosta.
El próximo domingo, con motivo del rezo del Ángelus, el Papa tendrá su primer encuentro público con los fieles en el lugar. Miles se esperan que acudan a esta cita de oración mariana.