En un telegrama de pésame enviado a las autoridades eclesiásticas y civiles, a través del cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, el Papa «asegura a todos los afectados su cercanía con la oración».
Al mismo tiempo, añade el texto, «encomienda los fallecidos al amor misericordioso del Todopoderoso, y para sus familias en luto invoca las bendiciones divinas de la fuerza y el consuelo».
El obispo de Roma reza también por «los que trabajan en las operaciones de rescate y por todos los involucrados en la asistencia a las familias desplazadas, alentándoles a perserverar en sus esfuerzos por ofrecer alivio y apoyo».
Al tener noticia de la tragedia, Karina–KAS (Cáritas Indonesia–Conferencia Episcopal) han movilizado a sus voluntarios para ofrecer ayuda a los damnificados.
Según datos de Cáritas, 23.000 personas han perdido sus hogares, 500 botes de pesca han desaparecido y al menos otros 650 están dañados.
Karina–Kas informaba este martes de que al menos 5.000 personas se encuentran ya en el campo de refugiados de Cilacap.
Los equipos de Cáritas Alemania y Catholic Relief Services (Cáritas norteamericana), presentes en Jogya, desde el terremoto del pasado mes de mayo, están colaborando con la Cáritas local.
El 27 de mayo pasado, un seísmo de 6,2 grados acabó con las vidas de 5.700 personas en Java.