Son algunas de las peticiones que formulan en un documento final, emitido tras la asamblea extraordinaria, que celebraron este viernes, para afrontar la crisis que se ha desencadenado en el Líbano a causa del conflicto con Israel.
En el encuentro no pudieron participar obispos procedentes del sur del Líbano, en particular, monseñor Nabil Hajje de Tiro y monseñor Elías Nassar de Saida).
Agradeciendo la Jornada de oración y penitencia por la paz en Oriente Medio, convocada para este domingo por el Papa, los obispos maronitas invitan a unirse en oración a Dios por esta intención a los creyentes de todas las religiones.
Los obispos lanzan un llamamiento los cristianos libaneses a acoger y ayudar a todos los afectados por el conflicto, sin hacer distinción de la comunidad de la que proceden.
La asamblea exhorta a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU «a acabar de una vez por todas con el ciclo de la violencia en el Líbano adoptando sin dilación una resolución que exija un alto el fuego inmediato, en consideración de los civiles inocentes, y zanjando la crisis de manera radical para que se haga plenamente justicia a todas las partes implicadas».
Dado que los bombardeos han aislado a la mayoría de las ciudades y pueblos, en particular en el sur y en Bekaa los obispos «exhortan a las organizaciones humanitarias, en particular al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y a la Cruz Roja libanesa, a trabajar para que se pueda enviar a esas poblaciones alimentación, medicinas, y otros bienes de primera necesidad».