En la tarde de ese día el premier Fouad Siniora, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, Faouzi Salloukh, pidió un encuentro con el cardenal secretario de Estado, Angelo Sodano, y con el arzobispo Giovanni Lajolo, secretario de Estado vaticano para hacer expresos estos sentimientos.
En la audiencia, Sinora «expresó gran aprecio por el compromiso con el que el Santo Padre, personalmente, y la Santa Sede, siguen el conflicto que afecta al Líbano, y pidió que se continúe apoyando a su país en el campo internacional», ha revelado monseñor Lajolo en una entrevista concedida a «Radio Vaticano».
El primer ministro, durante el encuentro, «recordó también las palabras del Papa Juan Pablo II, quien definió al Líbano no sólo como un país, sino como «un mensaje» para todos los pueblos de equilibrada convivencia entre las diferentes religiones y confesiones en un mismo Estado. Esta es la vocación histórica del Líbano, que tiene que poder realizarse», añade el prelado.
Monseñor Lajolo, conocido como «ministro» de Exteriores vaticano, asegura en la entrevista que «la Santa Sede seguirá poniendo todos los medios a su disposición para que el país vuelva a ser ese “jardín” de Oriente Medio, como era antes».
«El Papa llora con cada madre que llora por sus hijos, con cada persona que llora por sus seres queridos», explica su representante.
El Papa, concluye, «está cerca de esas poblaciones, víctimas de contraposiciones y de un conflicto al que son ajenas. Benedicto XVI reza, y con él toda la Iglesia, para que el día de la paz llegue hoy mismo, y no mañana. Se lo pide a Dios y se lo suplica a los responsables políticos».