Sor Leonella Sgorbati, nacida en Piacenza, Italia, en 1940, pertenecía a las religiosas misioneras de la Consolata y dirigía junto a tres hermanas en religión una escuela y el hospital pediátrico «SOS Kindergarten» en la capital del país africano.
Sus asesinos estaban escondidos en coches estacionados en la carretera del hospital y dispararon a bocajarro contra la religiosa y contra una persona de seguridad del hospital, que también falleció, según ha explicado sor Marzia Feurra, misionera de la Consolata, a la agencia MISNA.
La religiosa no murió al instante. La llevaron en una camilla al hospital. «Trabajadores del hospital trajeron unas cuatro o cinco bolsas de sangre, pero salía la misma cantidad que la sangre introducida», narra su hermana en religión.
«Cuando llegó el cirujano nos dijo que no había nada que hacer. Sor Leonella todavía estaba viva, su sudor era frío. Nos dimos la mano, nos miramos, y antes de apagarse como una vela, en tres ocasiones, me repitió sus palabras de perdón: “Perdono, perdono, perdono”».
«Fueron sus últimas palabras», afirma sor Marzia.
Los funerales de la religiosa se celebrarán el próximo jueves en la Iglesia de la Consolata en Nairobi. La ceremonia será presidida por monseñor Giorgio Bertin, obispo de Gibuti y administrador apostólico de Mogadiscio.