MADRID, viernes, 29 septiembre 2006 (ZENIT.org).- El cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, inauguró este jueves en la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción en Madrid el curso 2006-07 del Foro Juan Pablo II.
Según informa «Analisisdigital.com», el ex ministro José Manuel Otero realizó una introducción a la conferencia del cardenal Rouco, que hizo referencia al libro de éste «España y la Iglesia católica» e indicó que «el futuro de España depende de una plena recuperación moral, cultural, jurídica y política de la familia fundada en el verdadero matrimonio».
«España y la Iglesia católica», ofrece una serie amplia de trabajos pastorales y académicos donde se refleja la decisiva contribución de la fe católica y de la Iglesia a la configuración de España».
José Manuel Otero Novas explicó que esta contribución afecta a la propuesta de valores, de formas y modos de relacionarse los españoles y a las posibilidades de la generación de una cultura que tenga como centro la dignidad de la persona humana y las instituciones básicas de la sociedad.
Para comenzar el cardenal Rouco realizó una introducción en la que puso de manifiesto la vinculación existente entre la Historia de España y la historia de la Iglesia y abordó los retos a los que se enfrenta actualmente esta institución.
Los retos principales de la sociedad española, expuso el cardenal Rouco, son la revalorización del bien común, el matrimonio y la familia, la acogida justa y generosa de los inmigrantes y el cuarto la libertad religiosa como un marco positivo para el desarrollo moral y espiritual de España.
Con respecto al primer reto, el cardenal Rouco destacó que debe existir un bien común que implique la participación de todos en los distintos bienes, como son los bienes. Para buscar este bien común «es imprescindible la solidaridad, un orden jurídico y una comunidad externa», explicó.
Como segundo gran reto, planteó el necesario propósito de avance en el terreno del matrimonio y la familia y destacó la existencia de una crisis demográfica en la sociedad.
«Al igual que no podemos renunciar ni destruir la historia de la familia, no podemos hacer una solidaridad egoísta que se quede dentro, y para conseguir superar este reto, está el matrimonio y la familia, instituciones importantísimas». «Actualmente vivimos una crisis demográfica tremenda debido a la quiebra del matrimonio, familia, estos tres aspectos ponen en peligro los fundamentos de la sociedad y afectan a la configuración de su personalidad y de su futuro».
Con respecto a este importante tema, el cardenal Rouco habló del mensaje de Benedicto XVI en el V Encuentro Mundial de las Familias en Valencia donde mostró de nuevo que la familia es la célula primera de la sociedad y la transmisora de los valores y de la fe a las nuevas generaciones. «La Iglesia no es concebible si no es estructurada dentro de la familia».
«La recuperación de la familia está fundada en el verdadero matrimonio y esto implica la necesidad primaria de la caridad», aseguró.
El tercer reto al que se refirió el cardenal Rouco fue al reto «de la acogida justa y generosa de nuestros hermanos inmigrantes que vienen por necesidad a nuestro país. Debemos recibirlos como conciudadanos y como partícipes de una misma comunidad para conseguir el bien común, que es la garantía de un futuro de libertad.
Por último, afirmó la libre superar el laicismo radical. «La libertad religiosa es imprescindible para un desarrollo moral y espiritual; El Estado es de todos, de los que creen y de los que no creen», por eso explicó que el ejercicio de la libertad religiosa es necesaria para los que profesan la religión católica, para los que profesan otra religión y para los que no creen y hay que garantizarla, porque «todos somos protagonistas activos de la libertad religiosa».
«Debemos crear una conciencia moral común mediante los valores de la conciencia humana sin excluir, por supuesto la búsqueda de caminos comunes en torno a los valores de la dignidad de la persona humana y también de las instituciones naturales y primarias: el matrimonio y la familia».
El cardenal Rouco describió también el actual momento de la Iglesia en España y dijo que a pesar de la existencia durante un tiempo de brotes de secularismo interno están surgiendo nuevas iniciativas espirituales y pastorales en su interior.
El discurso de Benedicto XVI en Ratisbona sobre fe y razón, fue otro de los puntos a los que se refirió el cardenal. Con respecto a este tema explicó que en este discurso el Papa demuestra que va más allá y se asoma al futuro preocupado porque «una cultura encerrada en sí misma no puede dar frutos de cultura religiosa, se queda sólo en lo práctico y niega la posibilidad de una moral compartida en valores, reduciéndose a la razón y autodestruyéndose». «La apertura de la razón es la apertura a Dios». «El mundo actual necesita justicia y libertad», afirmó.
Por último destacó la llamada a la misión y recordó que, en esta línea la Archidiócesis de Madrid iniciará en este curso pastoral la «Misión Joven» consistente en un llamamiento a la juventud a evangelizar a otros jóvenes.
«Los cristianos debemos ser coherentes con el testimonio de nuestra vida», destacó.
El cardenal Rouco aseguró que «evangelizar es una necesidad urgente». «Definir y concretar la realidad histórica de España implica descubrir en el presente de la historia en España símbolos y gracias del Señor para tomar conciencia de la nueva responsabilidad evangelizadora».