Las universidades católicas muestran la falsedad de un Dios irracional

ROMA, miércoles, 11 octubre 2006 (ZENIT.org).- La universidad católica, por su misión propia, muestra la falsedad de un Dios irracional, explicó al inaugurar el año académico el rector del Ateneo Pontificio «Regina Apostolorum» y de la Universidad Europea de Roma.

En la homilía de la celebración eucarística celebrada este lunes, el padre Paolo Scarafoni, LC, explicó la tarea de las universidades católicas, retomando el desafío lanzado por el Papa Benedicto XVI con la conferencia dada en la Universidad de Ratisbona el pasado 12 de septiembre.

Ante todo, consideró oportuno, como institución, «declarar nuestra cercanía y comunión con el Santo Padre».

«La bondad y la caridad van junto a la verdad --comentó el padre Scarafoni--, y no podemos pensar en ocultar por mucho tiempo lo que hay que decir, y fingir que sea verdadero aquello que no lo es. No podemos llamar bueno a lo que objetivamente va contra la dignidad humana más elemental y la verdad de las cosas».

Para el rector «es importante desvelar la falsedad de la concepción de un Dios irracional, tras la cual se puede tranquilamente justificar la instigación al uso de la violencia; y la falsedad de la concepción de una ciencia que ha expulsado artificialmente de las propias investigaciones e interrogantes la más fundamental sobre Dios y sobre la verdad total y sobre el sentido de la vida».

«Tanto la postura fanática que no escucha razones, como la parcialidad de la razón que no quiere someterse y responder a la verdad total, acaban por caer en el uso de la fuerza física --añadió el padre Scarafoni--, precisamente porque no tienen razones, no tienen argumentos para hablar al espíritu de los hombres, no tienen confianza de guiar al reconocimiento de la verdad, que libera, que hace felices. Tratan de imponerse con la fuerza, la amenaza y la seducción».

El rector concluyó la homilía subrayando que «una de las acciones más importantes que debe ocupar a la Iglesia y a los cristianos hoy, y a todos los hombres de buena voluntad, es la dedicación a la cultura y a la formación, basada en las raíces que han dado vida a los mejores valores humanos jamás expresados por la humanidad».