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La Iglesia en América Latina se dispone a celebrar la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (VCG), en la ciudad de Aparecida en Brasil, del 13 al 31 de mayo del año 2007. El tema de la Conferencia será: “Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida” (“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, Jn. 14,6)
Este lema resume aspectos fundamentales que queremos asumir y motivar en la vida de la Iglesia en nuestro continente, a saber:
1. Ser discípulo y misionero son elementos esenciales en la naturaleza propia del cristiano. Se es cristiano porque, a través del bautismo y de la fe se sigue a Jesús, el Señor – Sígueme ( Mt 9,9). El creyente, en y con la Iglesia, en una creciente configuración con Cristo, a imitación del apóstol: Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí ( Gal 2,20), da testimonio y anuncia a Cristo con la vida, las obras y las palabras en un mundo que rechaza, cada vez más, una sólida referencia a la trascendencia, a lo eterno y a la verdad.
2. Constatamos como en nuestro continente, una gran cantidad de hermanos bautizados viven y actúan al margen de Cristo, sin que el Evangelio marque su vida, su pensamiento y su actuar. Igualmente, comprobamos el distanciamiento de muchos hijos de la Iglesia de la vida íntima eclesial, sin experimentar una participación efectiva de los sacramentos, sin valorar, practicar o realizar la justicia como virtud cristiana, tal y como nos advierte el Evangelio: La luz brilló en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron. ( Jn 1,5. 9-11) y sin vivir el mandamiento supremo del amor como nos lo recuerda el Santo Padre Benedicto XVI: El amor al prójimo enraizado en el amor a Dios es ante todo una tarea para cada fiel… ( Deus Caritas Est, 20).
3. Esta porción del rebaño de Cristo, desespiritualizado y sin los fundamentos básicos de la doctrina cristiana, ha renunciado a incidir cristianamente de forma significativa en las estructuras sociales, actuando a favor de la fraternidad, de la justicia, de la paz y en contra de todas las dominaciones, esclavitudes, discriminaciones, violencias, atentados a la libertad religiosa, agresiones contra el ser humano y cuanto atenta contra nuestra dignidad en los distintos ambientes humanos, familiares, educativos, laborales, públicos y privados.- Brille su luz entre los hombres, de modo que, al ver sus buenas obras, glorifiquen a su Padre del cielo. ( Mt 5,16)
4. La V Conferencia del Episcopado Latinoamericano pretende llamar absolutamente a todos los hijos de la Iglesia en este continente de la esperanza, a recapacitar y volver su mirada a Cristo, por tanto, a testimoniar con alegría el único mensaje de salvación, antiguo y siempre nuevo, del Evangelio de la vida y de la luz, de la esperanza y del amor. ( Cf. Juan Pablo II. Ángelus 5 enero 2003, 2). Hemos, pues, de volver la mirada a Cristo. La vida cristiana no puede ser otra cosa sino seguimiento de Cristo pues, la fidelidad al Señor garantiza la eficacia de nuestro testimonio personal y eclesial: no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre es el que hablará por ustedes (Mt 10,20).
5. A fin de suscitar, organizar y encaminar la participación de todos nuestros fieles en América Latina, pero particularmente en Costa Rica, la Comisión Central del CELAM encargada de la preparación de la V Conferencia ha elaborado, con los aportes recogidos de todos los obispos de América Latina y el Caribe, un bello y rico texto denominado Documento de participación (DP). El mismo, aborda los fundamentos bíblicos y espirituales del discipulado cristiano, con el propósito de que, en cada una de nuestras diócesis, parroquias, comunidades, familias, grupos y movimientos, sea estudiado y meditado. Queremos pues, además de asimilar los contenidos principales que se discutirán propiamente en la V Conferencia, aportar desde ya, complementos al texto desde nuestra realidad costarricense.
Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica y los distintos coordinadores de la acción pastoral de cada una de nuestras diócesis, se han dado a la tarea de organizar y promover esta actividad, reflejo de una Iglesiaviva que quiere anunciar a Cristo al mundo.
Todos aquellos hermanos y hermanas que, respondiendo a nuestra convocatoria, revitalizando la conciencia de su compromiso bautismal y en el anhelo de vivir intensamente su vocación, deseen realizar un aporte esencial para la vida de la Iglesia en América Latina, pueden dirigir sus inquietudes e iniciativas a los distintos centros de recepción de cada una de las diócesis.
Invocando la intercesión de María Madre de la Iglesia, solicitamos a todos los miembros de la Iglesia su oración para el feliz éxito de este importante acontecimiento de nuestra Iglesia latinoamericana.
Como discípulos y misioneros sabemos que sólo somos unos «pobres siervos» (Cf..Lc 17, 10), pero nuestro mayor gozo es servir al Señor y colaborar orgánica y fielmente dentro de la misión encomendada por Cristo a su Iglesia (Cf. Ad gentes divinitus, 6).
Monseñor José Francisco Ulloa Rojas
Obispo diocesano de Cartago
Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica
Monseñor Oscar Fernández Guillén
Obispo de Puntarenas
Secretario General
Centros de recepción
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