Lo ha anunciado este martes la Librería Editorial Vaticana (LEV) a quien el Santo Padre ha entregado el volumen en días pasados para que se encargue de organizar su distribución.
«La LEV, consciente de la expectativa a nivel mundial de esta primera obra de Benedicto XVI, ha tomado los oportunos acuerdos con la Casa Editorial Rizzoli, cediendo a la misma los derechos de traducción, de difusión y de comercialización de la obra en todo el mundo».
En Alemania, Rizzoli ha cedido los derechos a la familia de editores Herder Verlag, con quien Joseph Ratzinger en el pasado mantenía una relación.
En el prefacio, del que se han distribuido algunos pasajes, el Papa escribe que esta obra «no es ni mucho menos un acto del magisterio, sino sólo una expresión de mi búsqueda personal del rostro del Señor. Por ello, cada quien es libre de contradecirme».
«Sólo le pido a los lectores ese anticipo de simpatía sin el que no puede haber comprensión», explica.
«He querido hacer el intento de presentar al Jesús de los Evangelios como el auténtico Jesús, como el Jesús histórico en el auténtico sentido de la palabra», reconoce el pontífice.
El libro recoge una de las convicciones más profundas de Joseph Ratzinger, que ya había pensado en escribir esta obra antes de ser elegido Papa: «a través del hombre Jesús, Dios se hizo visible y a partir de Dios se puede ver la imagen del hombre justo».