Perú: Acción pastoral contra la violencia familiar

LIMA, martes, 28 noviembre 2006 (ZENIT.org).- El arzobispado de Lima, Perú, ha decidido iniciar una acción pastoral para contrarrestar la violencia familiar que se encuentra presente en diferentes sectores de la sociedad y que según la diócesis «se ha convertido en un problema de salud pública».

Con motivo del Día de la no violencia contra la Mujer, que se celebró a nivel mundial el pasado 25 de noviembre, informa el Arzobispado de Lima, la diócesis implementó en el último año, una red solidaria para la atención integral de las familias víctimas de violencia familiar, la cual ya ha atendido a más de dos mil personas desde que se inició este proyecto.

La Red Solidaria para la Atención Integral de las familias víctimas de la Violencia Familiar en Lima, busca, indica el Arzobispado, «brindar una respuesta adecuada a la problemática de violencia doméstica presente en nuestro medio; y, en especial, en los distritos de la capital con mayor riesgo social, a través de una atención no sólo jurídica sino también de consejería psicológica y espiritual».

Esta iniciativa es promovida por el Arzobispado de Lima a través de un proyecto de desarrollo social financiado por el Fondo Ítalo-Peruano y ejecutado por el Istituto per la Cooperazione Universitaria (ICU), una organización no gubernamental italiana; cuenta además como asociado a Cáritas Lima.

El ICU explica que el objetivo del proyecto es «mejorar la calidad de vida de las familias de las zonas de alto riesgo social en Lima, disminuyendo la violencia en casa y reforzando las relaciones afectivas de las familias víctimas de violencia, ofreciendo una atención integral multidiciplinar dirigida a superar los efectos negativos de la violencia familiar, prevenir su aumento en las relaciones familiares y conseguir la rehabilitación de las víctimas/agresores».

Los 12 Módulos de Atención Integral (MAI), como se le denomina a este servicio social, funcionan en parroquias de ocho distritos de Lima.

Esta propuesta innovadora se aplica a través de un enfoque doble: curativo y preventivo. La curación consiste en brindar una atención integral y multidisciplinaria a las víctimas, tratando en todos los casos de integrarlos al núcleo familiar, mientras que la prevención busca disminuir la incidencia de los casos.

En lo que va del primer año del proyecto, en los Módulos de Atención Integral (MAI), se ha prestado atención Psicológica a 2.012 personas, y se han ofrecido 9.069 servicios.

Esta iniciativa de atención social, según explica el Arzobispado de la capital peruana, «busca ser una respuesta desde la Iglesia católica en Lima ante la problemática de la violencia familiar que –en las últimas décadas se ha convertido en un problema de salud pública- pues genera graves daños psíquicos, físicos, privaciones y deficiencias en el desarrollo de las personas».

En Perú, en concreto, en el año 2004 se registraron 98.000 reconocimientos hechos en el Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público, de los cuales 78.441 reconocimientos clínicos correspondían a casos de violencia familiar y el 20% de los mismos (19.638) eran casos de violencia sexual.