Gestos del afecto del Papa al cardenal Martini al cumplir 80 años

Un mensaje y palabras espontáneas junto a seminaristas

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CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 22 febrero 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha multiplicado en estos días sus gestos públicos de afecto al cardenal Carlo Maria Martini, arzobispo emérito de Milán, quien acaba de cumplir los ochenta años.

El más llamativo tuvo lugar el 17 febrero en una conversación espontánea con los estudiantes del Seminario Romano Maggiore, en el que el Papa puso a los jóvenes el ejemplo del famoso biblista de perseverancia y confianza en Dios.

«Pienso que no soy indiscreto si digo que hoy he recibido una bella carta del cardenal Martini: le había felicitado por su octogésimo cumpleaños, somos de la misma edad», comenzó revelando el Papa.

«Al darme las gracias, me ha escrito: doy gracias sobre todo al Señor por el don de la perseverancia», siguió diciendo.

«Hoy –escribe– también el bien se hace “ad tempos”, “ad experimentum”. El bien, según su esencia, sólo se puede hacer de manera definitiva; pero para hacerlo de manera definitiva tenemos necesidad de la gracia de la perseverancia; rezo cada día –concluía—para que el Señor me dé esta gracia».

Como dice el cardenal Martini, «hasta ahora el Señor me ha dado esta gracia de la perseverancia; me la dará, espero para esta última etapa de mi camino en esta tierra».

«Tenemos que tener confianza en este don de la perseverancia –consideró el Papa–, pero con tenacidad, con humildad y paciencia tenemos que pedir al Señor que nos ayude y apoye con el don de la verdadera definitividad; que Él nos acompañe, día tras día, hasta el final, aunque el camino tenga que pasar por valles oscuros».

«El don de la perseverancia nos da alegría nos da alegría, nos da la certeza de que somos amados por el Señor y este amor nos sostiene, nos ayuda y no nos deja en nuestras debilidades», concluyó el Papa.

Zenit ha tenido acceso al mensaje que el Papa dirigió al cardenal Martini con motivo de su cumpleaños, el 15 de febrero de 1927

«En esta circunstancia, quiero manifestarle viva gratitud por todo el bien que ha realizado y que Dios sólo es capaz de evaluar», afirma el Papa en su misiva.

En particular, cita su «testimonio ejemplar en la vida religiosa, el servicio de investigación y enseñanza en el ámbito de los estudios bíblicos, el ministerio episcopal en la archidiócesis de Milán y en el Consejo de las Conferencias Episcopales Europea, la preciosa colaboración en el ministerio cetrino como miembro del colegio cardenalicio y de los dicasterios de la Curia romana».

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ZENIT Staff

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