CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 24 febrero 2007 (ZENIT.org).- Si bien, en teoría, el padre Peter-Hans Kolvenbach, S.I., prepósito general de la Compañía de Jesús, podría ser reelegido en la próxima congregación general de los jesuitas, en la práctica no será así.

Lo ha explicado el padre José M. de Vera S.J., director de la Oficina de Información y Prensa de la Compañía de Jesús, en una declaración enviada a Zenit con la que aclara informaciones publicadas por órganos informativos.

El sacerdote puntualiza que «la elección del superior general de la Compañía, según las Constituciones de la misma Compañía, es de por vida. Este es un punto que la Compañía no puede cambiar sin la anuencia del Santo Padre. Es más, la Congregación General no puede discutir la abolición de este disposición sin el permiso previo del Santo Padre».

«Desde hace tiempo ha surgido la duda acerca de la conveniencia de mantener esta cláusula en las circunstancias actuales, cuando la extensión de la vida humana ha experimentado un cambio tan radical», añade.

«En vista de estas circunstancias el padre Kolvenbach ha consultado al Papa para preguntarle si sería oportuno considerar un cambio en la elección del Padre General: elección, por ejemplo, para un cierto número de años como tienen la mayoría de las Congregaciones religiosas», indica.

«A esta consulta el Papa ha respondido claramente que «no» se cambie la cláusula: el Padre General debe ser elegido «de por vida»».

«Esta disposición del Santo Padre no descarta que el Padre General pueda, «en casos especiales y previa consulta con el Papa, presentar su renuncia a la Congregación General»».

«Este fue el caso, por ejemplo, de la renuncia del P. Pedro Arrupe, el primer General que renunció a su cargo por razones obvias de incapacidad para seguir gobernando la Compañía por razones de enfermedad», indica.

«Hace algunos meses el Padre Kolvenbach obtuvo permiso del Papa para presentar su renuncia. Y así lo hará en la próxima Congregación General que ha convocado para enero 2008», sigue indicando.

Por este motivo, indica el padre de Vera, «teóricamente la Congregación podría rechazar la propuesta de renuncia presentada por el Padre Kolvenbach . La renuncia al cargo hecha por el prepósito General no produce efecto si no es admitida por la Compañía en Congregación General, dicen las disposiciones de la Compañía».

Ahora bien, aclara, «prácticamente esto no sucederá porque el Padre General ha seguido puntualmente el proceso que está previsto para el caso de renuncia».

Este proceso prevé que «cuando el general decide, por razones graves, que debe presentar la renuncia a su cargo, tiene que pedir, en votación secreta, el parecer de su Consejeros y de todos los Provinciales de la Compañía».

«El padre Kolvenbach lo ha hecho así y el resultado ha sido un casi unánime reconocimiento de las razones que le han movido a tomar esa decisión», indica el director de la Curia del Padre General.

«Todos los Consejeros y Provinciales cuya opinión ha recabado el padre Kolvenbach forman la mayor parte de los electores de la Congregación General. Por tanto, en realidad, el resultado de la Congregación General es moralmente cierto», concluye.

El mismo portavoz revela los motivos que han llevado al padre Kolvenbach a presentar su renuncia: «Su gobierno excepcionalmente largo (25 años) y su edad (en 2008 cumplirá 80 años de edad). Ninguna de estas razones son imperativas pero no hay duda que merecen consideración. El Santo Padre así lo ha reconocido».