Kiko Argüello inició su conferencia, ofrecida con motivo de la celebración de la Festividad de Santo Tomás de Aquino que tuvo lugar el 28 de enero, explicando el nacimiento del Camino Neocatecumanal
Reveló que siendo joven buscó la respuesta al problema de la injusticia como ateo en la filosofía, el arte y las personas y llegó a la conclusión leyendo a Sartre de que «todo es absurdo» e intentó «vivir con coherencia esa realidad» sumiéndose en un sinsentido que llevó a su pintura.
Argüello recordó que en aquella época ganó el premio nacional de pintura y se planteó si quería «vivir para pintar y pintar para ser famoso» y entendió que aquello «no me ofrecía nada».
Afirmó que no entendía cómo la gente podía vivir sin contestar a esas respuestas existenciales» y ha añadido que el filósofo Henri Bergson, le aportó una luz cuando dice que «la intuición es un medio de conocimiento».
Finalmente, el pintor reveló que «un día comencé a llorar porque me di cuenta de que era un hombre condenado a muerte y pedí ayuda. Al hacerlo tuve un encuentro con Dios y con la fe. En ese momento constaté que la fe es un encuentro».
Argüello ha explicado que «la creencia en Dios no es una cuestión racional sino un encuentro con el espíritu en el fondo de uno mismo». El ex pintor ha afirmado que «cuando tuve ese encuentro pensé que no se podía predicar en la actualidad como lo hacían los apóstoles aunque una experiencia me hizo entender que los apóstoles no predicaban cosas abstractas, sino sencillas y palpables» y finalmente ha afirmado: «de esa y otras experiencias nació el Camino Neocatecumenal.
El predicador, ha explicado sobre el título de su conferencia que «en Dostoievski, la belleza que salva al mundo es Cristo y para el pueblo de Israel la belleza que salva al mundo es que los ciegos vean y los cojos anden».
El iniciador del Camino ha dicho que «Europa camina hacía la soledad de la gente, la desestructuración familiar y la secularización» y ha añadido que la sociedad actual «sólo tienen la eutanasia como respuesta ante el dolor y el sufrimiento». El predicador ha comentado la paradoja de que el hombre «está condenado a vivir todo para sí mismo y estamos obligados a ofrecernos todo a nosotros mismos».
Además, Argüello ha explicado que «el hombre está hecho para amar y el que no lo hace llega un momento que no soporta más no hacerlo y se ve abocado al suicidio: El hombre está hecho para amar». Además ha añadido que «Cristo nos ha quitado la muerte de dentro porque él murió y resucitó». Finalmente ha hecho un llamamiento al auditorio preguntándose si «¿es verdad que se puede amar al enemigo o somos burgueses de domingo?» y ha concluido afirmando que «Dios nos ha dado la vida eterna gratis».