El cardenal Saraiva, nacido en Gagos de Jarmelo, diócesis de Guarda, provincia de Beira Alta (Portugal), hace 75 años, pertenece a la Congregación de los Hijos Misioneros del Inmaculado Corazón de María (claretianos).
La misiva del Papa repasa los ministerios más destacados de la vida del cardenal Saraiva, que desde los 26 años se dedicó a la docencia de la teología hasta llegar ser rector de la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma entre 1977 y 1988.
Como Benedicto XVI recuerda en su misiva en latín, Juan Pablo II le nombró el 26 de mayo de 1988 secretario de la Congregación vaticana para la Educación Católica, elevándole a la dignidad de arzobispo.
El 30 de mayo de 1998 el Papa Karol Wojtyla le nombró prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
La carta de Benedicto XVI alaba en particular la «clara y sana doctrina» que el cardenal ha demostrado en su ministerio sacerdotal y episcopal, así como «su adhesión y amor» tanto a Cristo, como a la Iglesia, y en particular a la Santa Sede.