ROMA, lunes, 19 marzo 2007 (ZENIT.org).- Con el lema «Discípulos y discípulas de Jesús, por una América incluyente y solidaria», Caritas de América Latina y el Caribe se celebra el III Encuentro Continental de Pastoral Social-Caritas y XVI Congreso Latinoamericano y del Caribe, que se realiza en Haití del 19 al 23 de marzo, junto a la Asamblea Regional Estatutaria del Secretariado Latinoamericano y del Caribe de Caritas (SELACC), programada para el 24.
«El mundo espera de nosotros una luz, un signo claro de que otro mundo es posible», señaló monseñor Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador y presidente de la Caritas regional latinoamericana, haciendo referencia al futuro que ofrece América Latina como continente de la esperanza.
Recordando al Papa Pablo VI, monseñor Rosa Chávez destacó que «no se trata de disminuir el número de los invitados al banquete de la vida, se trata de aumentar el pan en la mesa de la humanidad».
«Caritas –añadió– tiene como una de sus prioridades estar al lado de la gente, ayudándole a ponerse de pie y a caminar por su cuenta, a tener voz propia, a recuperar su conciencia y su autoestima».
El Encuentro, que se realiza cada cuatro años, ha estado precedido por diversas reuniones zonales previas denominadas «Haitianitos».
El tema escogido en esta ocasión sirve de preparación de la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que Benedicto XVI inaugurará el 13 de mayo en Aparecida (Brasil).
Valorando las citas precedentes, Francisco Hernández, coordinador regional de Caritas, explicó cómo en esos encuentros «se plantearon ejes interesantes para el Congreso, referidos a temas como el desarrollo y la democracia, reconciliación y paz, y migraciones, entre otros».
Además, destacó de los mismos «un mayor protagonismo en la reflexión conjunta, en el compartir, en el intercambio y en la construcción colectiva, en los diálogos con otras organizaciones mundiales y regionales».
Haití se encuentra entre las naciones más pobres del continente. Por lo tanto, es todo un signo interpelador para pensar –desde esa geografía– los objetivos y ejes de trabajo de Cáritas para los próximos años.
Este espíritu es el que motiva a los delegados que acuden al Encuentro, quienes se congregarán en este país hermano, informa Caritas, «para fortalecer los vínculos y crecer en la articulación de las acciones solidarias que se llevan adelante, acompañando a las personas y comunidades más empobrecidas».
Porque, como señalan los organizadores de este foro, «frente a una cultura de violencia y muerte, Caritas procura animar e impulsar procesos que colaboren en la construcción de una sociedad en la cual la dignidad de las personas, los derechos humanos, la promoción y el desarrollo solidario sean las claves de una nueva forma de convivencia y relación».
Por eso, subrayan, «es necesario, en el contexto actual de América Latina y el Caribe, fomentar la cultura de la vida, para lograr comunidades reconciliadas y comprometidas en la construcción de un nuevo orden».