ROMA, lunes, 19 marzo 2007 (ZENIT.org).- El decano del Colegio cardenalicio, el cardenal Angelo Sodano, desea que las nuevas generaciones de universitarios sean educados «en los valores fundamentales de la vida».
El antiguo secretario de Estado llegó a esta conclusión el 13 de marzo al presentar en la Pontificia Universidad Gregoriana un libro dedicado a la ética de la información, en el que se recogen las actas de un Congreso internacional celebrado en la Facultad de Ciencias Sociales de esa Universidad.
Para el cardenal Sodano, «hablar de ética en el contexto actual es algo difícil» y es una buena noticia el hecho de que se dedique un libro a «los valores fundamentales de la convivencia».
Al recordar las palabras de Juan Pablo II el 5 de octubre de 1994, en la sede de las Naciones Unidas, el purpurado italiano recalcó la necesidad, «para entendernos de aceptar como base común la ley universal escrita por Dios en el corazón del hombre».
Al presentar la ley natural, el cardenal criticó al mismo tiempo los «intentos de desmoronamiento de los valores fundamentales», en particular, el relativismo ético que se basa en una reinterpretación de los valores según el propio gusto.
El cardenal Sodano participó en la presentación del libro publicado en Italia con el título «Ética de la información en las relaciones internacionales» («Etica dell’informazione nelle relazioni internazionali»).
Constituye un homenaje a Giuseppe Vedovato, profesor emérito de la Universidad «La Sapienza» (La Sabiduría) de Roma, diputado y senador en Italia de 1953 a 2005 y presidente honorífico de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.
En nombre del cardenal Renato R. Martino, presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, el obispo Gianpaolo Crepaldi, secretario de ese dicasterio vaticano, le entregó una medalla por su compromiso en el campo de la paz y de los derechos humanos.
El cardenal Martino, que es uno de los autores del libro sobre «Ética de la Información», recordó que en el mundo actual «la defensa de los derechos humanos se hace posible a escala planetaria, gracias a la informaciones recíprocas entre navegantes que, al transformarse en informadores internacionales, con frecuencia logran alcanzar resultados concretos, como sucede por ejemplo con el genocidio de Darfur».
De este modo, afirmó el purpurado italiano, contribuyen a crear «una mentalidad sensible al respeto de la dignidad humana».