MÉXICO, miércoles, 21 marzo 2007 (ZENIT.org–El Observador).- Mediante un comunicado de prensa, emitido este miércoles, la Arquidiócesis Primada de México ha salido al paso ante los constantes ataques de los legisladores de la capital del país que están pretendiendo despenalizar la práctica del aborto y, al tiempo, ha llamado a la movilización en contra estas iniciativas.
Con el título de «La Iglesia no ha sido derrotada», el padre Hugo Valdemar Romero, director de Comunicación Social de la Arquidiócesis, ha dicho que «ni la Iglesia Católica, ni la sociedad en la que participan activamente mujeres y hombres de buena voluntad han sido derrotados por quienes promueven una ley injusta, irresponsable y criminal que pretende apagar en el seno materno la vida de seres inocentes e indefensos que tienen derecho a nacer y a desarrollar su propio proyecto de vida».
Los legisladores locales del Partido de la Revolución Democrática y del Partido Revolucionario Institucional, que forman mayoría en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, han tratado, por todos los medios, de impedir que la Iglesia católica participe en este debate, aduciendo que se trata de «una derrota» de la Iglesia por parte «del Estado laico».
«La Iglesia y la sociedad civil –subraya el comunicado– no se experimentan vencidas ante una batalla a favor de la vida humana que, de hecho, apenas comienza».
En ese sentido, la Arquidiócesis de México junto con más de cincuenta asociaciones civiles, fieles laicos y miembros de otras confesiones religiosas ha llamado a sumarse a las iniciativas pacíficas de protesta y a las jornadas de oración que culminarán con la peregrinación a la Basílica de Guadalupe, el próximo 25 de marzo, en que se celebra el Día Internacional por la Vida y la Encarnación de Jesús.
«Queremos decirles a quines piensan de manera antidemocrática e intolerante que la Iglesia no callará pues, si quiere ser fiel a su Señor, tiene el deber profético de denunciar el pecado, el mal y la injusticia, por lo que debe confrontar la mala conciencia de quienes pretenden legalizar el asesinato de los más pequeños e indefensos, tiene que advertir de las consecuencias funestas de un proceder perverso regido por el egoísmo y el subjetivismo que pretenden disfrazar de derechos, lo que sólo es libertinaje», apunta el comunicado de prensa de la Arquidiócesis Primada de México.
Mientras tanto, el día de ayer, en rueda de prensa con la presidenta de Chile, Michele Bachelett, el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa (del Partido Acción Nacional), se pronunció de manera personal «a favor de la vida» y pidió a los asambleístas del Distrito Federal que no legislen en favor de una ley que podría dividir a la sociedad.
Calificó al aborto como un asunto «muy delicado» y pidió que la mayoría en el Congreso local no imponga sus decisiones a la mayoría del pueblo que habita en la capital (unos 15 millones de personas).
El comunicado de la Arquidiócesis Primada de México termina señalando que «la ley de Dios es clara cuando afirma categórica: ¡No matarás!, y en el nombre de Jesucristo, Señor de la Vida, los exhortamos a no asesinar a los niños en el vientre materno, pues una ley inhumana podrá legalizar el aborto, pero éste, siempre permanecerá como un acto absolutamente inmoral».