Después del encuentro con el Santo Padre, la presidenta fue recibida también por el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone.
«Se ha hablado de los temas más generales de la construcción de Europa y de sus raíces cristianas, así como del desarrollo del proceso de paz en Irlanda del Norte», explica un comunicado emitido posteriormente por la Oficina de Información de la Santa Sede.
«Durante los coloquios, que se han desarrollado en un clima de gran cordialidad –añade la nota–, se han afrontado los problemas sobre la situación de la Iglesia en Irlanda y se ha profundizado en particular en el inicio positivo del «Diálogo Estructurado» entre el Estado y las Iglesias, según el espíritu del nuevo Tratado Constitucional Europeo, como vía prometedora para una contribución positiva de las Iglesias en la vida de la sociedad».
Por último, el Papa y sus colaboradores manifestaron aprecio «por el compromiso irlandés en la ayuda desinteresada al desarrollo de los países más pobres de África, a través del «White Paper on Aid»».