«Dejamos en plena libertad a aquellos que harán las leyes del país, pero que no se olviden que hay que unir a éstas el derecho a la fe y a la vida, ya que la mayoría de nuestro pueblo es católico. Tenemos que hacer valer eso para defender la dignidad humana en todos los sectores y para todas las familias», afirmó el cardenal de Bolivia, Julio Terrazas.
Un «acuerdo político», logrado entre la directiva de la Constituyente y los 16 partidos representados, estableció ampliar las sesiones cuatro meses más, es decir, hasta el 6 de diciembre, para presentar un proyecto de nueva carta magna.
El acuerdo debería ser ratificado este lunes por el pleno de la Asamblea (integrada por los 255 asambleístas) convocada en la ciudad de Sucre.
Una crónica de las intervenciones en la conferencia de prensa ha sido publicada por la agencia católica de Bolivia Infodecom.com.
El punto más importante que solicitó la Iglesia católica a los asambleístas es que «el Estado tiene el deber de proteger el matrimonio, como una comunión entre el hombre y la mujer; defender la familia y el derecho a la vida de todos los seres humanos».
Asimismo, el cardenal Terrazas pidió que «se reconozca a la Iglesia como una persona colectiva que trabaja en servicio a la comunidad y que es un derecho público».
Otros factores importantes que se deberían incorporar a la nueva Carta Magna, según los representantes de la Iglesia católica, es el reconocimiento de la libertad de conciencia, de religión y culto; el respeto a la educación como un bien público y que la religión sea fundamental para una educación integral que necesita el país.
Por otro lado, el cardenal convocó a una jornada de oración comunitaria el 27 de julio. «Invitamos a todos los creyentes en Cristo a acudir a la fuerza de la oración hacia Dios para que su paz se plasme en un ambiente de reconciliación en el país».
Asistieron a la rueda de prensa monseñor Edmundo Abastoflor, vicepresidente de Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB); monseñor Jesús Juárez, secretario de la CEB; monseñor Tito Solari, arzobispo de Cochabamba; monseñor Antonio Reyman, obispo del vicariato de Ñuflo de Chávez y los obispos auxiliares de la arquidiócesis de Santa Cruz: monseñor Braulio Sáez y monseñor Estanislao Dowlaszewicz.