CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 4 julio 2007 (ZENIT.org).- Cando falta prácticamente un año, Benedicto XVI lanzó este miércoles un inesperado llamamiento a los jóvenes del mundo para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Sydney (Australia).
«Algunos de vosotros tenéis amigos con pocos objetivos reales en su vida, quizá atrapados en una búsqueda vana de experiencias nuevas sin fin. ¡Traedles también a la Jornada Mundial de la Juventud!», añadió al final de la audiencia general hablando en inglés.
Casi 2.000 grupos que representan a más de 120.000 personas se han inscrito ya para participar en el evento juvenil más grande que se realizará el próximo año del 15 al 20 de Julio del 2008. Los organizadores esperan para ese acontecimiento la participación de unos 500.000 jóvenes.
«¡Entrad de lleno en la vida de vuestras parroquias y participad con entusiasmo en vuestros eventos diocesanos!», recomendó el Papa a los jóvenes católicos.
«De esta manera os prepararéis espiritualmente para experimentar nuevas profundidades de comprensión de todo aquello en lo que creemos, cuando nos reunamos en Sydney en julio próximo», añadió.
El tema de la jornada será «Recibiréis fuerza del Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos hasta los confines de la tierra» (Hechos 1, 8)
De hecho, aclaró el Papa, «la Jornada Mundial es mucho más que un evento. Es un momento de profunda renovación espiritual, cuyos frutos benefician a toda la sociedad».
«Los jóvenes peregrinos quieren rezar, alimentarse con la Palabra y el Sacramento, ser transformados por el Espíritu Santo, que ilumina el esplendor del espíritu humano y muestra el camino para ser expresión e instrumento del amor que proviene de Cristo».
«Este amor, el amor de Cristo, es lo que el mundo anhela», aseguró. «Por este motivo, estáis llamados a “ser sus testigos”».
«De hecho –reconoció–, he visto que contra la corriente del secularismo, muchos jóvenes están volviendo a descubrir la satisfactoria búsqueda de la auténtica belleza, bondad y verdad. Con vuestro testimonio, les ayudaréis en la búsqueda del Espíritu de Dios».
«¡Sed valientes para dar este testimonio!», concluyó. «Tratad de difundir la luz de Cristo, que guía y da sentido a la vida, haciendo que la alegría y la felicidad estén al alcance de todos».
Más información en www.wyd2008.org