BALTIMORE, martes, 17 julio 2007 (ZENIT.org).- Sizakele Keswa, de trece años, perdió a su madre por el sida y nunca conoció a su padre. Su historia se relata en una exposición itinerante patrocinada por «Catholic Relief Services», la organización humanitaria de la Iglesia en Estados Unidos que forma parte de Cáritas.
Keswa es uno de los huérfanos representados en «The Children Left Behind: AIDS Orphans Around the World» (Los niños que quedaron atrás: Huérfanos del sida en el mundo), una exposición interactiva de 120 metros cuadrados para informar sobre los millones de huérfanos y otros niños hemos vulnerables por el vih/sida.
La exposición presenta a niños de Uganda, Sudáfrica, India, Camboya, Guatemala y Estados Unidos, ofreciendo una mirada a sus vidas con historias, fotos, poesía y arte por y sobre los niños.
Kathleen Bambrick Meier, coordinadora de la exposición, ha confesado a Zenit que lo que más le inspiró «fue que estos huérfanos no están precisamente en África sino en todo el mundo».
«Es fácil dejarlo de lado, pero está sucediendo justo aquí, justo ahora, tan cerca de casa», añadió.
Bambrick Meier explica que las historias de los niños les dan nombres y caras actuales, haciendo que sean algo más que un dato estadístico para los visitantes que a menudo ignoran en gran medida este aspecto del problema del sida.
Sizakele Keswa, una chica de 13 años de Durban, Sudáfrica, que perdió a su madre por la enfermedad y nunca conoció a su padre, se ha convertido algo así como la niña símbolo de la exposición, añadió Bambrick Meier.
«Sizakele es presentada con una foto en la mano de su madre, lo que transmite la realidad de estos niños», añadió.
«La exposición –aclara Bambrick Meier– se pensó para que viajara durante dos años pero hemos recibido muchas solicitudes, por lo que tiene una vida más allá de lo que inicialmente pensamos para ella».
El programa conjunto de Naciones Unidas vih/sida prevé que el número de huérfanos del sida llegue a al menos a 25 millones en 2010.