PIEVE DI CADORE, jueves, 19 julio 2007 (ZENIT.org).- El obispo que ha escogido la Asociación Patriótica católica de China para Pekín cuenta con el aprecio de la Santa Sede, que ve en él un motivo de optimismo, confiesa el cardenal Tarcisio Bertone.
El secretario de Estado de Benedicto XVI comentó en una conferencia pública, este miércoles por la tarde, en Pieve di Cadore, donde el Papa trascurre las vacaciones, la elección de monseñor Joseph Li Shan, de 43 años, párroco de la Iglesia de San José en la capital china.
La «comunidad» oficial de la diócesis de Pekín --sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos-- le ha elegido en sustitución del arzobispo Michael Fu Tieshan, fallecido en abril, al que exponentes del Partido Comunista ofrecieron funerales de jefe de Estado.
El «Consejo de los obispos» de la Asociación Patriótica debería aceptar su nombramiento. En el pasado, muchos obispos elegidos con este método habían sido aprobados de todos modos por el Papa.
La Asociación Patriótica ha escogido «a una persona muy buena e idónea». Se trata de un «señal ciertamente positivo», y ahora «esperamos que se pida la aprobación a la Santa Sede. Estamos esperando», dijo el secretario de Estado.
«Hasta ahora la elección ha tenido lugar según los cánones de la Iglesia oficial. Normalmente entran en contacto con la Santa Sede y piden la aprobación. Estamos esperando y somos optimistas», reconoció.
Por lo que se refiere a la carta que envió Benedicto XVI el 30 de junio a los católicos chinos, el cardenal dijo: «Por el momento no hay reacciones oficiales. Creemos que el gobierno está reflexionando con prudencia y esta es una actitud muy positiva».
La carta «ha traído el diálogo entre la Iglesia oficial y la clandestina. En días pasados recibí un mensaje de un obispo oficial, quien me escribió para decir que la carta es muy bella y que ahora “estamos profundizando en ella con atención”», dijo citando el texto.
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Jul 19, 2007 00:00