CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 22 julio 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI quiere hacer de la Jornada Mundial de la Juventud, programada en Sydney (Australia) para julio de 2008, un gran anuncio del amor de Dios a los jóvenes, explica el portavoz de la Santa Sede.
El padre Federico Lombardi, S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, lo explica en el último número del semanario «Octava Dies», producido por el Centro Televisivo Vaticano, del que es también director.
«Dentro de un años estaremos en Sydney o tendremos la mirada dirigida a Sydney –constata–. Las Jornadas Mundiales de la Juventud siguen su maravillosa aventura y se preparan para desembarcar en Oceanía, en una capital espléndida, símbolo del desarrollo y de la vitalidad de un continente antiguo y joven al mismo tiempo», afirma.
«Parece que fue ayer cuando Benedicto XVI anunciaba en Marienfeld, en Colonia (Alemania), esta nueva cita, acogida con entusiasmo indescriptible por los jóvenes australianos que enarbolaban banderas y muñecos de canguros, y ahora estamos ya casi en las vísperas».
«La gran cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud ha recorrido muchos países de África y muchas islas de Oceanía y ahora está peregrinando por tierras australianas, símbolo eficaz del camino espiritual de conversión y compromiso con el que la juventud de todo el mundo se prepara para un gran acontecimiento de encuentro y de fiesta en la fe alrededor del Papa».
«Benedicto XVI ha dedicado su primera encíclica al Dios que es amor; su gran documento sobre la Eucaristía se titula “Sacramento del amor”; ahora el amor es anunciado a los jóvenes», añade.
«La línea es clara –concluye–: desde la perspectiva de esta luz evangélica es necesario entender todo el pontificado y sus mensajes para la Iglesia y para el mundo».
