CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 26 septiembre 2007 (ZENIT.org).- El rector de la Pontificia Universidad Gregoriana, el padre Gianfranco Ghirlanda, ha sido reconfirmado por otro trienio.
El rector es profesor de Derecho canónico y consultor de ocho congregaciones vaticanas, entre ellas la Congregación para la Doctrina de la Fe, y es también referendario del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica.
El nombramiento del rector de la Gregoriana es obra del Santo Padre, a partir de una propuesta de tres nombres por parte del prepósito general de la Compañía de Jesús, en estos momentos el padre Hans-Peter Kolvenbach, ya que la Gregoriana es una obra confiada por los pontífices a los jesuitas, como el mismo Benedicto XVI –que enseñó en este centro en el año 1972– recordó en su visita a esta universidad el 3 de noviembre de 2006.
Es por este motivo que en los Estatutos de la Universidad se especifica que el pontífice gobierna la Gregoriana a través del cardenal prefecto de la Congregación vaticana para la Educación Católica, que por esta razón es el gran canciller de esta universidad, que cuenta con 3.000 estudiantes de 130 países.
La confirmación para un segundo mandato del rector le corresponde al vice gran canciller, el prepósito general de la Compañía de Jesús, tras haber obtenido antes la aprobación por parte del gran canciller, en estos momentos el cardenal polaco Zenon Grocholewski.
El padre Ghirlanda, nacido en Roma en el año 1942, entró en la Compañía de Jesús en 1966. Fue ordenado sacerdote en 1973 y hizo la profesión solemne en 1979 con el cuarto voto de disponibilidad al Papa, un voto propio de los jesuitas.
Este sacerdote jesuita es autor de numerosos libros y artículos traducidos en varias lenguas, también en español, sobre derecho en la Iglesia.
La Universidad Gregoriana debe su nombre al Papa Gregorio XIII que en 1584 inauguró la nueva sede del Colegio Romano, erigido en 1551 por san Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, y formado inicialmente por una Escuela de Gramática y Doctrina Cristiana gratuita, que ya en 1556 expedía títulos académicos en Filosofía y Teología.
