MÉXICO, lunes, 5 noviembre 2007 (ZENIT.org–El Observador).- Cáritas Mexicana y la Iglesia local han habilitado en las últimas 48 horas en Tabasco una red de 17 albergues parroquiales para dar cobijo a un total de 8.650 personas que se han quedado sin hogar tras las graves inundaciones y riadas que han arrasado en los últimos días toda la región.
«Este es el peor desastre de la historia reciente de México, y es previsible que la situación empeore, ya que se prevé que las lluvias continúen», ha asegurado José Antonio Sandoval, coordinador de la Cáritas regional de América Latina, que se ha desplazado a las zonas afectadas.
«Aunque somos conscientes ya del desafío urgente al que nos enfrentamos para proporcionar ayuda a decenas de miles de damnificados, hasta que las aguas desciendan no tendremos una idea exacta del alcance de los daños», ha añadido.
Por su parte, las diócesis de Campeche, Quintana Roo, Yucatán y Tabasco han activado un fondo de respuesta a la emergencia, mientras que monseñor Carlos Aguiar Retes, obispo de Texcoco y presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) ha realizado un llamamiento nacional de solidaridad a favor de los afectados.
Además, la Cáritas de la Archidiócesis de México ha habilitado 14 centros de recogida de ayuda en todo el Distrito Federal.
Cáritas Española ha comprometido un primer envío de 140.000 dólares (100.000 euros) para atender las primeras necesidades de la emergencia a las que está dando respuesta Cáritas México.