Este domingo prácticamente todas las misas celebradas en México concluyeron con la propuesta de ayudar a los tabasqueños con ropa, alimentos, medicinas, mantas y agua embotellada, así como con dinero en efectivo.
Buena parte del Estado se encuentra bajo el agua, y la capital Villahermosa ha tenido que ser desalojada en sus zonas céntricas por el desbordamiento de ríos y presas que la circundan.
«Estos fenómenos terminan por descubrirnos el drama de la pobreza y su magnitud, así como la vulnerabilidad de millones de mexicanos que viven en sitios de alto riesgo porque la miseria y la pobreza los han orillado a ubicar a sus familias en zonas marginadas», escribe el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), obispo de Texcoco, Carlos Aguiar Retes.
En una misiva en la que se hace eco del sentir de todos los obispos del país, monseñor Aguiar Retes dijo que «cuando se trata de las emergencias en territorio nacional, la experiencia nos ha ido enseñando la importancia de apoyar, solidaria y subsidiariamente, las fases de rehabilitación y de reconstrucción. Sin embargo dada la magnitud de este desastre es necesario también intervenir directamente en esta fase de emergencia».
«Es por esto –añadió el presidente de la CEM– que los invito a que como Iglesia hagamos una colecta nacional y manifestemos nuestra solidaridad además de unirnos en oración con nuestros hermanos afectados».
Finalmente, el prelado mexicano recordó a los fieles que «la mejor forma de apoyar es a través del aporte económico que nos permita colaborar con nuestra hermana Diócesis de Tabasco para que a través de ella llegue nuestra ayuda a quienes más lo necesitan».
La cooperación económica puede ser depositada a la cuenta de la Federación de Cáritas Mexicana, Cáritas Mexicana, I.A.P., Banco Banamex, Cuenta número 100, Sucursal 746.