Los grandes temas de «Radio Vaticano» hoy, «la voz del Papa»

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Según el responsable de la sección en lengua española, el padre Fernández Ibáñez

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CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 15 noviembre 2007 (ZENIT.org).- Desde Roma, centro de la catolicidad, «Radio Vaticano» (www.radiovaticana.org) es «la voz del Papa» –como la llamó Pío XI– y también contacto y voz de todas las Iglesias particulares del mundo; esta misión se refleja en los temas de los que se hace eco cada día.

En la emisora, con 76 años de andadura, trabajan actualmente 370 personas en medio centenar de redacciones y en 60 idiomas para cumplir el objetivo prioritario de difundir el pensamiento y la palabra del Papa.

En unas cuarenta lenguas produce sus emisiones.

En este tiempo de pontificado de Benedicto XVI «hemos podido detectar», «los que seguimos día a día su actividad, sus discursos, sus homilías, sus catequesis de los miércoles, el Ángelus de los domingos» «una serie de temas que creo que son prioritarios», explica el padre Juan José Fernández Ibáñez SJ, responsable de la sección en lengua española de «Radio Vaticano», a Zenit.

Sin ánimo de ser exhaustivo, en la lectura del magisterio del Papa destaca, entre sus grandes temas, «la relación entre razón y fe».

«El Papa está insistiendo, siempre que puede, en que la ciencia no abarca todo el ámbito del conocimiento sobre lo humano; por tanto la ciencia, con toda la explosión de riqueza que está facilitando para el bienestar del ser humano, no debería sobrepasar el límite de su función», «porque el ser humano no puede ser reducido a explicaciones racionales –puntualiza el padre Fernández Ibáñez–; el ser humano es algo más».

«Como base de esto hay otro gran tema: Dios es real», «la realidad de Dios», «Dios no es una invención» –añade–, «y en el discurso de la apertura de la V Conferencia del Episcopado de Latinoamérica y el Caribe tuvo palabras concretas respecto a esta realidad de Dios»: «dijo que el cristianismo no es una religiosidad intimista o espiritualista, porque esto sería fugarnos de la realidad», sino que es «realista como la vida misma, como lo fue la de Cristo».

«El diálogo con las culturas y con las religiones» se suma a la lista de los grandes temas de Benedicto XVI, de los que procura hacerse eco la emisora pontificia.

«Los principios básicos e inalterables sobre la dignidad de la persona» constituyen otro de los temas: «Benedicto XVI está diciendo que existe una ley inalienable escrita en el corazón de todo ser humano, que es lo que llamamos ley natural o moral natural -apunta el sacerdote–; esta ley es la que nos lleva a defender la vida desde la concepción hasta el momento final de la existencia humana».

«Y junto a esta realidad de la vida -continúa– está el tema de la familia, está el amor de los padres entre sí, el amor de los padres a los hijos, puesto que son el futuro de la sociedad».

Y es que «la sociedad no se construye con opiniones parciales o partidistas. Se construye con eso que está escrito en el corazón del ser humano», recalca el responsable de la sección en lengua española de Radio Vaticana.

Otro de los grandes temas que interesan al Papa es el de «la responsabilidad que tienen los laicos en la construcción de la Iglesia», prosigue.

«Si el laico es cristiano y es miembro de la Iglesia, tiene que estar presente en el mundo con los criterios de la Iglesia, con los criterios del Evangelio: es el compromiso de la Iglesia con las realidades humanas -sociales, económicas, políticas–, pero no directamente, sino a través de los laicos», explica el padre Fernández Ibáñez.

«El laico es un cristiano que ha de comprometerse en la vida y en las realidades humanas hasta el fondo porque le lleva la misma fe, el mismo compromiso con el Evangelio», subraya.

«Si yo tengo una fe y una creencia, y soy político, o abogado, o maestro –ejemplifica–, tendré que serlo desde mi convicción profunda de fe cristiana. Es ésta la forma que tiene la Iglesia de estar presente en la sociedad. La Iglesia no puede hacer política y no lo hará nunca, pero un cristiano laico sí tiene que desarrollar su labor temporal con el criterio que nos marca la Iglesia, que toma la luz del Evangelio».

Y muchísima importancia da además el Santo Padre –constata– a las visitas [de los obispos] «ad limina apostolorum», o sea, «la presencia de las Iglesias locales cuando llegan a Roma para exponerle al Santo Padre las situaciones que viven».

De acuerdo con el padre Fernández Ibáñez, este tema es de interés para el Papa por el carácter universal del catolicismo.

«También el Papa nos invitó a que reflexionáramos mucho desde Radio Vaticana en la relación que pueda tener la Iglesia con Europa, sobre todo con motivo del 50º aniversario de la firma de los Tratados de Roma, cuando surgió aquel primer germen de la Europa unida», recuerda.

Y éste es un tema importante para el Papa «porque no quiere que se pierda lo bueno que tiene Europa, que son sus raíces, las raíces cristianas de Europa», aclara; «son las que verdaderamente han fundado esta sociedad civil y sociedad laica que está comprometida con su responsabilidad en sus propios países, pero además también para prestar un gran servicio al mundo entero».

«Las raíces cristianas de Europa no se pueden perder», concluye.

Por Marta Lago

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ZENIT Staff

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