CIUDAD DEL VATICANO, martes, 20 noviembre 2007 (ZENIT.org).- La escuela católica desarrolla su misión educativa en todas las áreas geográficas, incluidas las que carecen de libertad religiosa o ventajas sociales o económicas, «con una sorprendente capacidad de responder a las emergencias y necesidades formativas, a pesar de que haya grandes dificultades».
Con ejemplos concretos hizo esta constatación el subsecretario de la Congregación vaticana para la Educación Católica, monseñor Angelo Vincenzo Zani, en la presentación, este martes, del nuevo documento del dicasterio: «Educar juntos en la escuela católica – Misión compartida de personas consagradas y fieles laicos».
Buscando la educación integral de la persona, las instituciones escolares de la Iglesia en el mundo se estiman en unas 250 mil escuelas, con unos 42 millones de alumnos y 3,5 millones de profesores. De estos alumnos, 10 millones están en África, 12 millones en América, 10 millones en Asia, 9 millones en Europa y 800 mil en Oceanía. La población escolar (en instituciones de todo orden y grado) del mundo es de mil millones de personas.
«La presencia de la escuela católica es una voz significativa que se propone con un proyecto educativ0 centrado en una clara idea de persona, y orientado según una precisa visión pedagógica», subrayó monseñor Zani.
Casos de tal presencia –«como lenguaje de la experiencia es mucho más adecuado para explicar la acción educativa de la Iglesia, sobre todo en los lugares «calientes» y de frontera»– es el de Líbano, donde «el programa de la escuela católica tiene como objetivo principal llevar a los jóvenes al diálogo y a la colaboración entre musulmanes y cristianos», mostró.
En este país, de los 210 mil alumnos de las escuelas católicas, pertenecientes a las 18 confesiones religiosas presentes en el territorio, el 63% son católicos, el 12,6% cristianos de otras confesiones, el 24,4% no cristianos –en su mayoría musulmanes–.
Hay zonas en Líbano en las que los no católicos constituyen el 99% de los alumnos de las escuelas católicas.
Tierra Santa (Estado de Israel, Territorios Palestinos, Jordania) ofrece más ejemplos emblemáticos de esta misión educativa: en las escuelas católicas el 55% de los alumnos son cristianos; el 45% no cristianos, en su mayoría musulmanes, pero también algunos judíos.
El subsecretario de la Congregación vaticana para la Educación Católica hizo hincapié asimismo en el ejemplo de Bosnia: en plena guerra de los Balcanes, la archidiócesis de Sarajevo fundó tres escuelas –«Escuelas para Europa»– para acoger alumnos serbios, croatas y musulmanes.
«Es un ejemplo logrado de educación en el diálogo, en el respeto recíproco y en la acogida que involucra también a los padres», subrayó monseñor Zani, recordando que, en sus comienzos, 1.600 alumnos acudían a estas escuelas; actualmente lo hacen 10.000 en 15 centros.
Por Marta Lago