CARACAS, domingo, 9 diciembre 2007 (ZENIT.org).- El cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, fue víctima este viernes de un ataque verbal y físico por parte de un grupo violento que se declara simpatizante del gobierno del presidente de Hugo Chávez.
El mismo purpurado ha denunciado que el ataque tuvo lugar ante la pasividad de la agentes de policía y ha revelado que trató de informar por teléfono al Ministerio del Interio, aunque no se recibió su denuncia.
En un mensaje dirigido a los arzobispo y obispos de Venezuela ese mismo 7 de diciembre, el cardenal Urosa informa que en la tarde de ese día, a las 3:20, cuando salía de su resiencia en automóvil con su chofer «fui violentamente agredido verbal y físicamente, aunque no recibí golpes, pues éstos y las patadas se los propinaron al carro» (coche).
«Fueron unas quince personas, de las que integran el grupo violento llamado «la esquina caliente»», explica, haciendo referencia a un grupo que dice ser simpatizante de Chávez y que permanece en la plaza Bolívar de la capital evitando el paso de personas reconocidas como opositoras.
«Salía de la Puerta del Palacio, a mitad de la cuadra, hacia la esquina de Gradillas. Había poco espacio para maniobrar, por los peatones, y carros parados a ambos lados de la calle».
«En ese momento, un camión nos obstaculizó el paso. Poco a poco, y gracias también al apoyo de dos funcionarios de la Reserva, pudimos llegar a Gradillas. Tardamos unos 7 minutos para hacerlo», cuenta el arzobispo.
«No hubo protección por parte de la Policía de Caracas, apostada a las puertas del Concejo Municipal», denuncia.
«He dejado dos mensajes sobre el asunto al Ministro Pedro Carreño, quien no me ha devuelto la llamada», informa
«Gracias a Dios, por esta vez salí incólume», concluye.
El cardenal Urosa recibió duros ataques de parte de Chávez durante la campaña electoral para el referéndum sobre la reforma constitucional socialista, que fue derrotada en las urnas el 2 de diciembre.