ROMA, martes, 5 febrero 2008 (ZENIT.org).- Los cristianos de la India, que llevan sufriendo desde hace mucho tiempo, recibían un duro golpe con una serie de ataques durante el periodo navideño. Los extremistas hindúes atacaron las celebraciones cristianas en el este del país, saqueando e incendiando algunas iglesias de las aldeas, informaba el 26 de diciembre Associated Press.
La persecución tuvo lugar en el estado de Orissa, que, según Associated Press, es una zona con una historia de violencia contra la minoría cristiana. Es el mismo estado en el que, en 1999, fueron quemados vivos el misionero australiano Graham Staines y sus dos hijos, mientras dormían dentro de su vehículo después de una clase de Biblia.
Tras los ataques de Navidad, que continuaron durante los días siguientes, cerca de 700 cristianos recibieron acogidos en campos de refugiados del gobierno, informaba el 29 de diciembre el Times of India. El periódico informó que dos funcionarios de policía fueron suspendidos por no haber previsto la violencia contra los cristianos durante la Navidad. El gobierno del estado también transfirió al administrador de un distrito por no actuar.
El 31 de diciembre, la Conferencia Episcopal de la India daba más detalles sobre el ataque en un comunicado de prensa. «Ha habido continuos asaltos a cristianos por parte de los fundamentalistas del estado desde Navidad y todavía no se ha dado una adecuada protección a la comunidad minoritaria que sigue viviendo con miedo y ansiedad», lamentaba la declaración.
Según el comunicado, en el periodo del 22 al 27 de diciembre fueron destruidas una gran iglesia parroquial y unas 50 iglesias de aldea. Además los extremistas atacaron y dañaron 6 conventos, 3 presbiterios, 2 seminarios menores y 6 centros de acogida. En una aldea, Barkhama, no menos de 400 casas fueron incendiadas y cinco personas asesinadas.
La Conferencia Episcopal de la India pidió la inmediata investigación del gobierno federal, junto con la compensación para los que sufrieron daños y para los familiares de los asesinados.
Miles de afectados
El 2 de enero Compass Direct News aportaba en un informe más datos sobre los ataques en Orissa.
Un memorándum presentado a la Comisión Nacional de Derechos Humanos puso en cerca de 90 el número de iglesias incendiadas, y elevó a 9 los muertos. Cerca de 600 casas fueron incendiadas o saqueadas, y, en total, 5.000 personas se vieron afectadas por los ataques.
El memorandum fue firmado por el arzobispo de Delhi, Mons. Vincent Concessao, Joseph D’Souza, presidente del All India Christian Council, y por otros líderes cristianos.
Las autoridades federales se dieron prisa en condenar los ataques. El 1 de enero el Times of India informaba que el primer ministro indio, Manmohan Singh, escribió a Gladis Staines, la viuda del misionero australiano asesinado en 1999, para asegurarse que el gobierno actuaría.
«Le aseguro que el gobierno dará los pasos necesarios para salvaguardar los derechos y libertades fundamentales de todos los miembros de nuestra sociedad y proteger su libertad de religión como consta en la Constitución», escribía Singh, según el Times of India.
La carta del líder respondía a una carta de Gladis Staines al primer ministro tras la violencia de diciembre en Orissa. Ella trabaja actualmente en terminar el proyecto de su marido de levantar un hospital para el cáncer en Baripada.
Una auténtica ofensiva
La ofensiva de diciembre en Orissa no fue accidental, según un reportaje publicado el 18 de enero por la Indian Catholic News Service. La Comisión Nacional para las Minorías declaró que el estallido de la violencia fue organizado y fue el resultado de la atmósfera anticristiana del estado.
Durante los últimos años, el partido Vishwa Hindu Parishad (VHP) y Sangh Parivar han llevado a cabo en la zona una campaña contra las conversiones. La comisión también acusaba a las autoridades de no tomar las medidas adecuadas para controlar la situación.
En la página web de la Conferencia Episcopal de la India, Santhosh Sebastián Cheruvally publicaba el 14 de enero una reflexión sobre lo que está detrás de las tensiones en Orissa.
En mayo del 2005, el líder del VHP, Swami Laxmananad Saraswati, organizaba una gran celebración hindú en Orissa para conmemorar la reconversión de cerca de 350 cristianos tribales. Para añadir más a las tensiones, la organización pro hindú Jan Kui Kalyan Samiti organizó protestas contra los privilegios reservados a los cristianos Dalit.
Cheruvally también hacía una explicación detallada de la ideología que motiva al extremismo hindú. Está influenciado por la ideología denominada Hindutva. Surgida como reacción contra la colonización de la India, el Hindutva tiende a considerar todos los valores extranjeros, sean occidentales o específicamente cristianos, como enemigos de la India.
Se recrudece la persecución
Los acontecimientos de Orissa culminaron un año en que aumentaron los ataques contra los cristianos. Ajay Topno, un misionero cristiano que pertenecía a la Trans World Radio, fue asesinado por sus actividades cristianas entre la población pobre del estado de Jahrkhand, al este de la India, informaba el All India Christian Council el 21 de septiembre.
El 26 de octubre, extremistas hindúes atacaba a cinco monjas, informaba el All India Christian Council el mismo día. El ataque tuvo lugar a unos 15 kilómetros de la ciudad de Indore, en estado central indio de Madhya Pradesh. Las monjas, hermanas clarisas franciscanas, fueron gravemente heridas y tuvieron que ser ingresados para tratamiento en Indore.
Una estimación pone en cuatro casos a la semana la media de ataques contra los cristianos en el 2007. El cálculo se incluía en un informe publicado el 17 de noviembre por el All India Christian Council.
La violencia sufrida incluye intentos de asesinatos, asaltos armados, acoso sexual, confinamiento ilegal y lesiones graves. El All India Christian Council recogió 190 ataques desde comienzos del 2007 hasta el 15 de noviembre, comparados con los 178 del año anterior, y los 165 del 2005.
La lista no es exhaustiva, explicaba el artículo, porque algunos grupos o pastores no informan de los ataques a la policía, por miedo a la violencia contra las familias de personas inocentes.
Además de la violencia física, los cristianos también sufren intolerancia, discriminación social y ostracismo. Las autoridades locales suelen negar el permiso para tener encuentros comunitarios, y existen prohibiciones oficiales e informales a la venta de Biblias y otra literatura cristiana.
No son los únicos en estar preocupados por el aumento de los ataques. El 19 de septiembre Compass Direct News publicaba un artículo comentando el Informe 2007 sobre Libertad Religiosa Internacional del Departamento de Estados de Estados Unidos. El informe daba margen al gobierno federal para mejorar el respeto por la libertad religiosa.
Las minorías en el objetivo
No obstante, Compass Direct News advertía que la incidencia de la violencia anticristiana es mucho mayor de lo que indican las estadísticas disponibles. También es preocupante la forma en que están sometidos a presión los grupos minoritarios en algunos estados. El artículo citaba al secretario general de la Asociación Legal Cristiana, Tehmina Arora, que identificó siete estados – especialmente Madhya Pradesh, Chhattisgarh, Gujarat, Rajasthan, Orissa, Karnataka y Andhra Pradesh – donde los cristianos se enfrentan al brazo más duro del extremismo hindú.
La población total de estos siete estados alcanza más de 354 millones, de los cuales 4 son cristianos. Arora también indicaba que sólo es una minoría de extremistas hindúes los que causan la violencia, con la aprobación tácita de algunas autorid
ades locales.
Están en vigor leyes anticonversión en tres estados: Madhya Pradesh, Chhattisgarh, y Orissa. Todavía no se han entrado en vigor leyes parecidas en los estados de Arunachal Pradesh, Gujarat, Rajasthan y Himachal Pradesh.
Los problemas no terminaron con los ataques de diciembre en Orissa. El 21 de enero un artículo en la página web de la Conferencia Episcopal de la India informaba de que también ha habido atrocidades contra los cristianos en el estado vecino de Chhattisgarh.
Cerca de 100 asaltantes armados con palos y bombas confeccionadas con gasolina atacaron un encuentro de oración de los pastores Mohan C. Thomas y Jose Kajur en la aldea de Bothli, en el distrito de Durg. El 16 de enero, cerca de 2.500 personas se habían reunido en un encuentro de oración al aire libre. Nuestras oraciones son más necesarias que nunca para apoyar a los cristianos en la India.
Por el padre John Flynn, L. C., traducción de Justo Amado