Cardenal Cipriani: Sobre el infierno no hay contradicción en los Papas

Aclara el arzobispo de Lima

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LIMA, jueves, 14 febrero 2008 (ZENIT.org).- El cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo de Lima, ha explicado que no hay contradicción en las enseñanzas de los Papas sobre el infierno, desmintiendo informaciones publicadas por órganos informativos.

«No hay una oposición, sino una perfecta unidad entre lo que dice Benedicto XVI y el recordado Juan Pablo II. Es una verdad muy clara; por lo tanto, es una manera fácil de atacar a la Iglesia y al Papa», afirmó el cardenal Juan Luis Cipriani al tratar el tema de la existencia del infierno, en su programa «Diálogo de Fe», del sábado 9 de febrero.

El arzobispo de Lima expresó que cuando el periodismo intenta enfrentar al papa Benedicto XVI con Juan Pablo II es el mayor cinismo que puede haber.

De este modo aclaró las interpretaciones periodísticas de las palabras espontáneas que dirigió Benedicto XVI el pasado 7 de febrero a sacerdotes de la diócesis de Roma (Cf. «Benedicto XVI: Pecado, juicio, purgatorio, infierno, paraíso», Zenit, 14 de febrero de 2008).

«En lugar de ir al fondo de las cosas, como por ejemplo cómo estamos viviendo en este mundo y qué pasa en la otra vida, van por el camino fácil enfrentando a Benedicto XVI con Juan Pablo II. El tema no está para burlas, y por supuesto, es falso ya que en ningún aspecto se contradicen las enseñanzas del Papa», manifestó.

Invitó a todos a ser sinceros, «No hagamos burlas fáciles, démonos cuenta que hay una eternidad de felicidad que es francamente buena, pero que somos libres de aceptarla o rechazarla».

«No juguemos con el amor de Jesús que quiere que todos nos salvemos, pero hace falta que cada uno con su libertad, su responsabilidad y con esa humildad de nuestra Madre, la Virgen María, aceptemos nuestros pecados para pedir perdón por ellos».

Por otro lado, el cardenal Cipriani explicó que el infierno es algo que Dios ha querido movido por el amor, para ayudarnos a hacer el bien, buscar la verdad, a confiar entre unos y otros.

Mencionó que Dios nos envió a su Hijo para que esté con nosotros, nos explique y nos enseñe; y también iluminó a varias personas, como Santa Teresa de Jesús o San Juan Crisóstomo, para mostrarnos un ejemplo de cómo es el infierno, con el fin de hacernos ver por amor que debemos evitar ese castigo.

Asimismo, manifestó que existen varios pasajes de las Sagradas Escrituras en el que Dios nos enseña que hay un cielo y un infierno, revelaciones del mismo Dios. «El infierno es un conjunto de todos los males sin mezcla de bien alguno».

El pastor de Lima indicó también que la Iglesia nos enseña que en el infierno se distinguen dos tipos de castigo que son la pena de daño y la pena de sentido. «Dos grandes conjuntos de ideas que nos tratan de descifrar cómo es ese infierno».

«El que va al infierno y sufre la pena de daño está privado de Dios eternamente. Mientras que la pena de sentido, no sólo es el castigo de despojarnos de Dios, sino el dolor eterno en nuestros miembros, porque estos pecaron, y por lo tanto, la justicia divina también acude a esa situación de fuego», concluyó.

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ZENIT Staff

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