LA HABANA, miércoles, 27 febrero 2008 (ZENIT.org).- El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado de Benedicto XVI, se despidió en la noche de este martes de Cuba después de haberse reunido con el nuevo presidente del país, Raúl Castro Ruz, elegido dos días antes sucesor de su hermano Fidel.
Ambos representantes sostuvieron conversaciones oficiales, en las que examinaron la marcha de las relaciones del Estado cubano con la Santa Sede y la Iglesia católica en Cuba.
La agencia oficial cubana AIN explicó tras el encuentro que «ambos representantes sostuvieron conversaciones oficiales, en las que examinaron la marcha de las relaciones del Estado cubano con la Santa Sede y la Iglesia católica en Cuba. Además, intercambiaron sobre asuntos de interés multilateral e internacional».
Antes de tomar el avión, el purpurado declaró que «había expresado al presidente cubano su mejores auspicios para afrontar con éxito su misión al servicio del país».
Al mimo tiempo, el cardenal insistió en un particular «deseo de la Santa Sede: promover todavía más el acercamiento entre el mundo y Cuba, así como el aumento de convergencias sobre importantes cuestiones internacionales».
En el respeto de la soberanía de Cuba y de sus ciudadanos el cardenal Bertone informó que ha expresado al presidente Raúl Castro, «la preocupación de la Iglesia por los prisioneros y sus familias».
El ministro de exteriores, Felipe Pérez Roque, definió el encuentro «cordial, respetuoso y sincero».
El cardenal Bertone estuvo acompañado por el cardenal Jaime Ortega Alamino, arzobispo de La Habana; el arzobispo Luigi Bonazzi, nuncio apostólico en Cuba; monseñor Juan García Rodríguez, arzobispo de Camagüey y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.
Por la parte cubana, estuvieron presentes Carlos Lage Dávila, vicepresidente del Consejo de Estado; Esteban Lazo Hernández, vicepresidente del Consejo de Estado; Felipe Pérez Roque, ministro de Relaciones Exteriores; Caridad Diego Bello, jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; Eumelio Caballero Rodríguez, viceministro de Relaciones Exteriores y Raúl Roa Kourí, embajador de Cuba ante la Santa Sede.
Concluía así la visita del purpurado italiano de seis días a la isla caribeña, en la que ha recorrido cuatro diócesis, para recordar el enorme cariño con el que los cubanos recibieron hace diez años a Juan Pablo II. El mensaje que dejó entonces el Papa sigue cobrando plena actualidad: «que Cuba se abra al mundo y el mundo a Cuba».