ROMA, lunes, 28 abril 2008 (ZENIT.org).- El aumento actual de los precios de los productos alimenticios podría causar guerras civiles en muchos países. El Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señaló disturbios por el hambre en 37 países. Hoy se reúnen en Suiza dirigentes de 27 organismos de la ONU para afrontar el problema. 

El secretario general de la ONU Ban Ki-moon y otras altas autoridades de Naciones Unidas evalúan hoy 28 de abril estrategias que permitan enfrentar la crisis provocada por el aumento de los precios de los alimentos.

Ban y dirigentes de las 27 agencias y organismos de la ONU se dieron cita en la sede de la Unión Postal Universal (UPU) en Berna, Suiza, presionados por la creciente demanda de acciones urgentes para socorrer a poblaciones hambrientas

Al respecto, la FAO señaló que la subida de los precios de los cereales generó una situación de extrema gravedad que desembocó en disturbios causados por el hambre en 37 países del Tercer Mundo.

Según un comunicado oficial divulgado en esta sede, la reunión de las altas autoridades de la ONU será a puertas cerradas hasta mañana 29 de abril en la capital Suiza para analizar la crisis alimentaria y las soluciones que puede aportar el organismo.

Funcionarios diplomáticos no descartan que el encuentro en Berna derive en un arduo debate entre los partidarios del proteccionismo y los defensores de la apertura de los mercados.

Ese escenario también pudiera estar abierto a las agrias polémicas entre los que están a favor y en contra de la utilización de alimentos para la producción de biocombustibles.

En las discusiones participarán junto con el titular de la ONU, la directora ejecutiva del Programa Alimentario Mundial (PAM), Josette Sheeran, y el presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick.

También está prevista la intervención del director de la FAO, Jacques Diouf, y el presidente del Fondo Internacional para el Desarrollo y la Agricultura (FIDA), Lennart Bäge.

Los primeros resultados de esta reunión se harán públicos el 29 de abril durante una rueda de prensa del secretario general de la ONU.

La alarma sobre la crisis alimenticia fue lanzada el pasado 25 de abril por el director general de la FAO,  Jacques Diouf, en una entrevista a la cadena televisiva «France 24», de la que se hizo eco el 26 de abril el diario vaticano «L'Osservatore Romano».

«No pienso que haya guerras entre países -dijo Diouf- sino guerras dentro de algunos países». «Si no se toman las medidas necesarias -añadió- el riesgo es que se produzcan enfrentamientos».

Interrogado sobre la posibilidad de un «Fondo Mundial contra el Hambre», a ejemplo del «Fondo Mundial contra el Sida», Diouf no descartó el proyecto, definiéndolo «una buena pista a estudiar», con la condición de que se traduzca en «recursos añadidos». «Quiero simplemente asegurarme -añadió- que este Fondo no lleve a un nuevo enfrentamiento entre fondos que ya existen, en vez de  tener la dinámica de un proceso que garantice recursos añadidos».

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, según recoge «L'Osservatore Romano», volvió a solicitar «acciones inmediatas» de la comunidad internacional contra el aumento de los precios de los productos alimenticios, factor que «pone en riesgo de hambre a más de cien millones de personas en el mundo».

«Es altísimo aumento de los precios se ha transformado en una verdadera crisis global --denunció Ban Ki-moon hablando con los periodistas en el contexto de la ceremonia de inauguración de un nuevo edificio para las conferencias de la ONU en Viena--. Debemos realizar una acción inmediata de modo concertado».

Uno de los países que más se están resintiendo de la crisis de hambre en el mundo es Haití, señala el diario vaticano. El pasado 25 de abril el Fondo Monetario Internacional (FMI) se dijo «profundamente preocupado por el impacto social del aumento de los precios de los productos alimenticios» y dispuesto a «sostener los esfuerzos que el Gobierno de Haití está desplegando para atenuar los sufrimientos de la población, aunque preservando la estabilidad económica».

Justo porque es un país que importa muchos productos alimenticios, «Haití ha sido golpeado en pleno por la crisis de los precios», dijo el jefe de la misión del FMI Andreas Bauer, que viajó a Puerto Príncipe del 22 al 24 de abril. «Trabajamos en estrecho contacto con las autoridades para seguir la evolución de las necesidades de Haití», especificó Bauer.

Seis personas perdieron la vida en Haití y cerca de doscientas resultaron heridas en el curso de las recientes revueltas por la emergencia alimenticia que han costado el puesto de primer ministro a Jacques Edouard Alexis.

Por Nieves San Martín