Según el documento, «esta afirmación tiene especial vigencia en estos momentos de tensión en que se hace necesario y urgente que el gobierno y las agrupaciones representativas del campo lleguen a un acuerdo. Lo necesitamos todos los argentinos pero particularmente los pobres, que son quienes más sufren las consecuencias de esta situación».
«En democracia los problemas se solucionan en el ámbito de las instituciones privilegiando el diálogo por sobre toda muestra de violencia verbal o física, buscando más las coincidencias que la acentuación de las diferencias y teniendo siempre como horizonte el bien común. Esta búsqueda debe darse en un clima de honestidad y respeto».
Los obispos argentinos invitan a implorar al Señor para que «ilumine a los actores involucrados para que se llegue a un acuerdo justo y pacífico».