CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 12 junio 2008 (ZENIT.org).- El Sínodo de obispos del mundo, que se celebrará en el mes de octubre en Roma, busca redescubrir la bondad infinita de Dios que se revela en la Biblia.
Así lo explicó este jueves el arzobispo Nikola Eterović, secretario general del Sínodo de los Obispos, en una rueda de prensa en la que presentó en el Vaticano el Instrumentum laboris (documento de trabajo), que servirá de guía para esa asamblea.
La XII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que se celebrará en el Vaticano del 5 al 26 de octubre de 2008 sobre el tema: «La Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia».
La redacción del «Instrumentum laboris» se ha basado en las respuestas de conferencias episcopales, sínodos de las Iglesias orientales, diócesis, congregaciones religiosas, y organismos de la Curia Romana, a las «Lineamenta» (Orientaciones), emitidas por la Secretaría del Sínodo.
Estas instituciones han consultado a su vez a estructuras locales (parroquias, movimientos, asociaciones de fieles, etc.). Se trata, por tanto, de un auténtico sondeo mundial.
Basándose en estas contribuciones, el secretario general explicó a los periodistas que este Sínodo «debería favorecer el conocimiento y el amor de la Palabra de Dios que es viva, eficaz y penetrante, con el objetivo de redescubrir la bondad infinita de Dios que se revela al hombre como amigo, se encuentra con él y le invita a la comunión».
«Además –añadió–, a través de la Palabra de Dios se desea reforzar la comunión eclesial, fomentar la vocación universal a la salvación, reforzar la misión a los que están cerca y a los que están lejos, renovar la fantasía de la caridad, tratando de contribuir en la búsqueda de soluciones a los muchos problemas del hombre contemporáneo, que tiene hambre tanto de pan como de toda palabra que sale de la boca de Dios».
El objetivo del Sínodo, según el Instrumentum laboris, es misionero, ha explicado monseñor Eterović.
La asamblea de los obispos tratará de «estimular el amor profundo por la Sagrada Escritura para que los fieles puedan acceder a ella».
En particular, dijo, se promoverá la Lectio divina, es decir, la meditación en la Palabra de Dios, «adaptada a las diferentes circunstancias».
«En este contexto, parece vital redescubrir el lazo entre Palabra de Dios y la liturgia, que tiene su punto culminante en la celebración de la santa misa», especificó.
La Biblia, informó, está traducida en 2.454 idiomas, mientras que en el mundo hay unos 6.700 idiomas, de los cuales, unos 3.000 son considerados como principales.
«La Biblia es el libro más traducido y difundo en el mundo pero, por desgracia, no es muy leído», añadió.
Puso un ejemplo: según una reciente investigación, «sólo el 38% de los italianos practicantes católicos habría leído un pasaje bíblico en los últimos 12 meses».
«Más del 50% considera que la Sagrada Escritura es difícil de comprender, en Italia y en otros países consultados».
«Obviamente, la gente necesita ser introducida y guiada en una comprensión eclesial de la Biblia», explicó.
«El Sínodo quiere presentar la unidad entre el pan de la Palabra y de la Eucaristía, entre la liturgia de la Palabra y de la Eucaristía, que están tan unidas entre sí hasta el punto de formar la una única mesa del Pan de vida», explicó recordando que el precedente Sínodo se había centrado en la Eucaristía.
De hecho, anunció, la asamblea sinodal tendrá dos importantes puntos de referencia: e Sínodo sobre la Eucaristía y el segundo es el Año Paulino, que comenzará el 29 de junio, 4 meses antes de la celebración sinodal.
«El recuerdo de san Pablo, apóstol de las gentes, suscitará un nuevo empuje misionero de la Iglesia para beneficio de toda la humanidad», dijo el arzobispo.
Puede leerse el «Instrumentum laboris» en la sección de documentos de la página web de Zenit (www.zenit.org).
Por Jesús Colina