ROMA, jueves, 12 junio 2008 (ZENIT.org).- Los obispos de Francia han publicado una nota doctrinal en la que aclaran cuestiones fundamentales sobre la visión de Dios, según el islam y el catolicismo.

Monseñor Michel Santier, obispo de Créteil (Val-de-Marne) y presidente del Consejo para las relaciones interreligiosas y las nuevas corrientes religiosas en Francia, comenta en esta entrevista pública esta nota, emitida por la Comisión Doctrinal del Episcopado que lleva por título "Cómo hablan de Dios cristianos y musulmanes".

--¿En qué contexto ha surgido esta nota doctrinal?

--Monseñor Santier: En noviembre de 2006, la Asamblea Plenaria decidía la creación de un grupo de trabajo titulado "Católicos y musulmanes en la Francia de hoy". En esta ocasión, los obispos han trabajado en asamblea y en simposios sobre este dossier. Durante los momentos de condivisión, han señalado que a menudo se suscitaba una cuestión en su entorno: "¿Tienen el mismo Dios católicos y musulmanes?". Los animadores del grupo expresaron entonces su deseo de que la Comisión Doctrinal pudiera responder a este interrogante. La nota es pues una respuesta a una cuestión presentada por el pueblo de Dios. Está destinada a los obispos, catequistas, animadores de capellanías, etc. para que cada uno tenga un texto al que referirse. Esta no es, como ha podido ser interpretado a veces, el signo de una voluntad de enmarcar las cosas en relación a algunos excesos del diálogo.

Son perpetrados en nombre de Dios atentados por ciertos grupos extremistas. Es pues normal que personas, católicas o musulmanas, digan que éste no es el Dios en el que ellas creen. Afirmar que se podría matar en su nombre sería dar una falsa imagen de Dios. La nota doctrinal quiere clarificar esta situación y evitar malentendidos. Pueden existir en los espíritus simplismos y caricaturas de la religión musulmana y católica. Es necesario superarlas con una mirada de estima recíproca.

--¿El diálogo interreligioso parece, por tanto, valioso y esencial?

--Monseñor Santier: "Dios mira con estima a los musulmanes", dice la nota. Para entrar en diálogo con ellos, nos hace falta también tener hacia ellos una mirada de estima y no únicamente afrontar cuestiones doctrinales. Uno de los fines de las relaciones interreligiosas es favorecer la convivencia en paz.

El diálogo conduce a reapropiarse de lo que constituye lo esencial de la fe. Creer que consiste en no interesarse sino en los puntos comunes y no en las diferencias es un error. En el verdadero diálogo, la diferencia del otro conduce a reafirmar lo que es importante para mí, no ya en oposición sino como algo fecundo en la relación.

En otoño, el Consejo publicará un documento, fruto de dos años de trabajo, para explicar por qué la Iglesia sigue empeñándose en el diálogo interreligioso. Este documento se une a la intención de Benedicto XVI que, en una audiencia a los representantes de comunidades musulmanas en Colonia (20 de agosto de 2005), subrayaba que: "El diálogo interreligioso e intercultural entre cristianos y musulmanes no puede reducirse a una decisión pasajera. Es en efecto una necesidad vital, de la que depende en gran parte nuestro futuro".


--El 4 de junio un encuentro ha reunido a los obispos franceses para analizar la "Carta de 138 teólogos musulmanes a Benedicto XVI y a los responsables religiosos cristianos" (http://www.acommonword.com). ¿Cuál era su propósito?

--Monseñor Satier: Este encuentro quería dar ocasión a los obispos de profundizar y asimilar la "Carta". Hay que señalar que en este texto los responsables musulmanes articulan el amor de Dios y el amor del prójimo citando el Antiguo Testamento o los Evangelios. Citan el Corán por coherencia con su propia tradición. No evocan el cristianismo a partir del Corán sino de los Evangelios. Este aspecto nuevo muestra que hay una apuesta en la manera en la que Dios habla a los hombres.

El texto de la nota doctrinal en francés puede leerse en la página web de la Conferencia Episcopal de Francia: www.cef.fr

Traducido del francés por Nieves San Martín