CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 22 junio 2008 (ZENIT.org).- «Las radios católicas no transmiten sólo palabras sino más bien deberían ayudar a los radioyentes a comprender el sentido profundo de los acontecimientos y a descubrir el cristianismo como punto de referencia crucial para el sentido de la vida», explica el director de programas de «Radio Vaticano».
El padre Andrzej Koprowski S.J. ha intervenido en el primer Congreso Mundial de Radios Católicas promovido por el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, clausurado este sábado en Roma.
Las radios católicas deberían «ser capaces de leer los acontecimientos de la actualidad en el marco de los ‘signos de los tiempos'», pues son «expresión de la misión eclesial en las respectivas sociedades para construir una convivencia siempre más fraterna y solidaria», observó el sacerdote polaco.
La responsabilidad de la radio católica es muy grande pues «por medio de sus programas se puede abrir el horizonte de la realidad cristiana o bien cerrarlo en una óptica restringida y particular», expuso.
Tales programas no provienen de «una radio cualquiera» sino de emisoras que tienen como objetivo el anuncio del «don de la paz prometida», «conquistada por Jesús con el precio de su sangre», dijo.
Así, «estas radios están llamadas a transmitir esta imagen auténtica de la Iglesia que camina, desde el Cenáculo de Pentecostés hacia el fin de los tiempos».
Las radios católicas «deben servir la misión que se dirige a las personas que no se identifican plenamente con la comunidad eclesial» -indicó- y, además, «deben suscitar un interés verdadero por el acontecimiento cristiano en el contexto cultural y social del propio país».
Refiriéndose al «mundo atlántico», y precisando que hablaba de Europa, y América del Norte (Canadá y EE.UU), dijo que «el papel público de la religión para muchos incluso es una cuestión embarazosa» y propuso que «en este campo los programas de las radio católicas deberían ayudar a superar un cierto dualismo frecuente así como la falta de coherencia entre las diversas dimensiones de la vida».
«Esto significa que es importante reconocer la existencia de vínculos entre la fe y la vida social y cultural pues la fe cristiana implica consecuencias en el estilo de vida, en la sensibilidad cultural y social».
Continuando con los desafíos de las radios católicas por continentes, presentó Asia como una frontera «prioritaria» ya que comprende «países de gran esperanza para la Iglesia» y, al mismo tiempo, «constituyen un desafío para su universalidad».
Como problemas se refirió a la India, done «las radios pueden hablar sobre temas como la educación y el desarrollo social pero no pueden hablar, en cambio, del Evangelio, de Jesucristo, o de la fe cristiana en cuanto tal. Esto está prohibido y es castigado como ‘proselitismo’. En este tipo de situaciones se debe explotar la posibilidad de promoción del cristianismo como punto de referencia para el crecimiento cultural, educativo y cultural».
Hablando de América Latina la definió como «una área dinámica» y «llena de vigor», con Iglesias ya fuertemente enraizadas en el tejido humano y social de los respectivos países, pero con «el problema de la necesidad de profundizar la fe» y «adoptar estilos de vida verdaderamente cristianos en la cultura y en los asuntos públicos para derrotar la muchas pobrezas que aún marcan las sociedades latinoamericanas».
Luego, dijo pasando a otro continente, «para muchos en África el cristianismo aún hoy aparece como una expresión e incluso como una emanación del Occidente y, por ende, ligado a las diversas fases de las políticas coloniales».
«Por esto es siempre necesario un trabajo de análisis y discernimiento con el objetivo de aclarar que la fe cristiana no puede ser identificada, en un modo simplista, con la ‘cultura occidental’ y que el mensaje evangélico – si bien se transmite a través de las culturas – no es una cultura».
El padre Koprowski terminó su intervención aludiendo a la «cultura de red» y a las posibilidades que ofrece trabajar en colaboración con otros medios de comunicación, citando en particualr las sinergias entre «Radio Vaticano» y los demás medios de la Santa Sede, como son «L’Osservatore Romano» o el «Centro Televisivo Vaticano».
Por Miriam Díez i Bosch