BELÉM, jueves, 26 junio 2008 (ZENIT.org).- El Año Paulino traerá muchos frutos para la Iglesia en América Latina, que busca cada día más situarse en «estado de misión», en la senda apuntada por la Conferencia de Aparecida, considera un arzobispo brasileño.
En vísperas del inicio del año conmemorativo de los dos mil años del nacimiento del apóstol Pablo, monseñor Orani João Tempesta, arzobispo de Belém, Pará, destaca, en un mensaje enviado a Zenit al principio de la semana, el «momento de gracia y de grandes posibilidades de animación» que será el evento convocado por el Papa.
«Incansable en su predicación y en sus caminatas, san Pablo es para nosotros hoy una gran señal colocada para que en este nuestro difícil siglo no tengamos miedo a afrontar los nuevos areópagos que cada día aparecen ante nuestros ojos y nos sitúan siempre en el camino de nuevos diálogos y nuevos descubrimientos», afirma monseñor Orani.
«Apóstol aceptado y rechazado, festejado y apedreado, acogido y no recibido, pero siempre con nuevas energías se levantaba de cada situación con nuevo ánimo y continuaba su predicación y testimonio».
Según el arzobispo, es «la experiencia del encuentro con Cristo» la que Pablo repetirá siempre como motivación principal de su transformación.
Monseñor Orani afirma que el año conmemorativo será ocasión para estudiar más profundamente los escritos y el trabajo desempeñado por Pablo, «pidiendo a Dios que nos ayude a tener el mismo ánimo que dirigió su vida y disposición para estar como él en constante estado de misión».
En Belém, el próximo sábado, habrá una concentración a las 18 horas en la Iglesia Matriz de San Francisco de Asís (Capuchinos), desde donde partirá la procesión hacia la Iglesia Matriz de San Pedro y San Pablo.
Allí, a las 19 horas, se celebrará la solemnidad de la apertura y proclamación del año jubilar en la archidiócesis y el anuncio de los principales horarios y eventos del calendario anual. Una imagen de San Pablo recorrerá durante el año todas las parroquias de la archidiócesis.
Monseñor Orani invita a los fieles a participar en la apertura del año jubilar para «iniciarnos juntos, con un gran ardor, en el Año Paulino en nuestra archidiócesis».
Por Alexandre Ribeiro, traducido del portugués por Nieves San Martín